Estoy casi segura que te has hecho esta pregunta muchas veces. ¿Por qué lo digo? Tal vez porque has vivido el mismo tipo de situaciones que yo. Si dejas encargados a tus hijos con los abuelos, les adviertes a tus parientes que tus hijos andan de rebeldes. Para sorpresa tuya, recibes sólo comentarios positivos y te sorprendes porque contigo se portan peor. ¿Por qué pasará eso?
Todos los niños se portan peor con mamá
Relájate, así como tú sufres por el comportamiento de tus hijos cuando se ponen difíciles, lo hacen miles de mujeres en todo el mundo. La forma en la que actúa cada miembro de la familia con ellos tiene mucho que ver.
La familia los consiente
Tanto papá como los abuelos o tíos suelen ser más flexibles con los niños y hacen actividades que para ellos (los niños) resultan más entretenidas o divertidas. En cambio, nosotras somos quienes marcamos las normas o límites de manera más rígida. Esto lo hacemos porque nos preocupamos por su formación, además de que tenemos otras actividades que cubrir. El estrés en el que nos encuentra por momentos pudiera hacernos menos divertidas y eso no les agrada a los niños.
Además, los otros parientes, incluido papá, son más consentidores con ellos y se muestran más flexibles. Por eso los niños se enfadan con nosotras y se portan bien con los demás.
La paciencia se agota, aunque no queramos aceptarlo
He escuchado a muchas mamás que dicen que nunca se cansan de sus hijos y que por ellos harían lo que fuera. Con eso no digo que yo no ame a mi hija o que no esté dispuesta a hacer algo por su bien. El hecho de que sea mamá no implica que no sea un ser vivo que necesita descanso y un poco de tranquilidad para retomar la paciencia que muchas veces llega al límite.
Piden atención
No es lo mismo pasar unas horas con ellos, que 24 horas del día, los 7 días de la semana los 365 días del año. Para los familiares es muy fácil decir: “Tus hijos son un amor, muy obedientes”. Sucede ellos no tienen que estar batallando porque coman o hagan sus deberes. Lógicamente llega un punto en el que la paciencia se agota y llegas a estallar fácilmente.
Nuestros hijos se portan peor con nosotras porque piden a gritos nuestra atención. Sin embargo, de nosotras depende que poco a poco los vayamos orientando para que dejen ese mal comportamiento.
¿Tus hijos cómo se portan contigo?