Todo hijo único es considerado un malcriado, egoísta, poco sociable, berrinchudo, mimado. Sin embargo, ser hijo único conlleva varias ventajas e inconvenientes con los que se tiene que lidiar. Además, ser hijo único no determina las características antes mencionadas, todo dependerá de la educación que reciba.
Al ver solo y desprotegido al hijo, puede caerse en el error de mimarlo o sobreprotegerlo de manera excesiva. No lo hagas, mejor evalúa estas sugerencias.
Evita dar todo lo material
Nosotras como madres de familia muchas veces hemos dicho que queremos lo mejor para nuestros hijos. Debemos darles lo necesario y no debe faltarles nada. Sin embargo, con el hijo único a veces tratamos de llenar huecos emocionales al verlo solo. Es ahí donde cometemos el error de llenarlo de diversos artículos que muchas veces ni siquiera necesita. El niño debe aprender a ganarse algo y no sólo exigir que se le dé.
Nada de atención excesiva
No es necesario estar encima de él las 24 horas del día. Sabemos que es importante convivir con él y dedicarle tiempo de calidad, pero tampoco hay que exagerar.
No lo protejas demasiado
Los papás de hijos únicos buscan estar con ellos todo el tiempo por temor a que les ocurra algo o para resolverles el problema. Deben saber que el temor y la dedicación excesiva hacen al niño más temeroso y tímido.
Si lo consientes mucho lo harás egoísta
Sabemos que nuestros hijos son una maravilla, pero no por eso vamos a permitirle todo y negarle nada. Si haces eso tu hijo te tomará la medida y hará lo que quiera cuando quiera. Si se le consiente lo único que se logra es convertirlo en un tirano, al que después nos costará trabajo controlar.
No le pidas que sea perfecto
Al ser hijo único se busca que sobresalga en todo lo que hace, pero muchas veces los padres cometen el error de exigirle que sea perfeccionista. El niño se sentirá presionado por cumplir esas expectativas impidiéndole actuar de la manera correcta.
¿Cómo educar a un hijo único?
- Aprende a decirle NO cuando sea necesario.
- Ayúdale a integrarse a la sociedad.
- Enséñale que es buena la soledad pero no en exceso.
- Anímalo a que investigue lo que hay a su alrededor.
Ayuda a tu hijo a ser un niño feliz y no egoísta. Recuerda que es un poco complicado, así que no le exijas más de lo que puede hacer. Apóyalo siempre y demuéstrale que es capaz.
