Es normal que en cierto momento de la vida busques independizarte para comenzar una nueva etapa. Entre más joven lo hagas, será mejor y más fácil. Sin duda, tendrás toda la vida por delante y cuando tomes decisiones como ésta, aprenderás a madurar con cada experiencias que tengas.
¿Por qué debes independizarte?
Para que puedas independizarte es importante que tomes en cuenta todas las situaciones por las que pasarías. Debes estar consciente de que al momento de hacerlo, dejarás de tener la protección de tus papás. Aprenderás a resolver las cosas por ti misma y con tus posibilidades. Las ganas que tengas de hacerlo pueden ser muchas, pero también debes tener en cuenta que necesitarás algún apoyo económico para lograrlo.
No abarques más de lo que puedas pagar
Debes fijarte un presupuesto para que así no termines gastando más de lo que puedas permitirte. Lo primero que debes hacer es considerar la cantidad de dinero que recibes. Así podrás designar una parte de tu ingreso para los gastos fijos de servicios relacionados con la casa (renta, luz, gas, teléfono, agua). Asegúrate de mes con mes dejar un apartado para esos gastos que siempre estarán presentes. Por supuesto, no debes olvidarte de designar otro apartado para los gastos que son fijos pero variables, como el transporte y la comida. El primero variará en función de si tienes auto o usas transporte público; el segundo dependerá de si comes fuera o preparas tus alimentos en casa.
Ahorra y no abuses de las tarjetas de crédito
Cuando te independices necesitas aprender a ahorrar, de esta manera podrás solventar tus necesidades sin ningún problema. Es indispensable que crees un fondo de emergencia para los gastos inesperados. En caso de que te cueste mucho trabajo, empieza por recortar gastos innecesarios. Así sólo te enfocarás en cubrir las necesidades básicas. Además, si tienes tarjeta de crédito, debes aprender a usarla con prudencia y responsabilidad. De lo contrario, poco a poco los intereses te comerán y llegará un punto en que no sepas qué hacer. No te endeudes con gastos innecesarios que no podrás solventar.
Comparte gastos
Si lo decides, puedes vivir con un roomie, así los gastos no los solventarás tú sola. Eso sí, de preferencia debes elegir a alguien que conozcas y de confianza, para que así puedas sentirte segura en casa. Además, así tendrías más confianza para hablar de toda situación que llegara a presentarse.