Cuántas veces no nos llenamos de culpa cuando alguna amistad, amor, familiar sale de nuestra vida de diferentes formas. Lo que tenga que volver a tu vida llegará en el momento menos esperado. Probablemente en un sinfín más de rostros y personalidades. No dudes que lo que tenga que estar presente, regresará en su momento.
El amor no te lo dan, está dentro de ti
Deja el drama, llorar y estar en un duelo perpetuo no nos sirve de mucho. Al contrario, el tiempo que dure tu duelo es un proceso que puede ayudarte a corregir diferentes deficiencias emocionales, que todas tenemos dentro. Sabes, por fortuna nadie es dueño de nadie. El amor que sentiste por esa persona que se fue, no fue dado por él hacia a ti y luego te fue retirado. El amor nunca es prestado ni dado, porque está dentro de cada una de nosotras.
Pasamos gran parte de nuestra vida echándole la culpa a las demás personas de los huecos que dejan en nuestro corazón. Cuando el amor que tú sientes siempre será tuyo. Se lo impregnas a alguien o a algo y es imposible que te lo roben. El amor no es dado, se impregna, se expande, pero no se presta siempre está dentro de ti. Sentirte herida es humano y verás que podrás encontrar a alguien más con quien compartir tu amor.
El amor “regresa”
Cuando el amor propio existe dentro de una persona, es difícil que caiga tan fuerte tras una ruptura. Ser feliz nunca depende de los demás, depende de ti misma. El día que comienzas a adoptar este hecho como una realidad en tu vida y dejes de esperar que los demás te “brinden” el amor que tú no estás dispuesta a darte, tu mundo dará un giro de 180°.
Recuerda que el amor no “regresa”, permanece en todo lo que te rodea y puedes impregnarlo en diferentes formas en tu vida. Ya sea en tu trabajo, familia, amistades, el amor puede formar parte de tu vida si dejas ir lo que te atora. Sonríe, lo que tenga que volver, volverá en su momento así sea en un rostro diferente. Nunca has estado realmente sola, siempre te has tenido a ti misma.