Tener un embarazo es una de las mejores etapas de la vida de cualquier mujer. Por otra parte, existen muchos factores sociales y médicos que pueden poner a la mamá y al bebé en riesgo. Un embarazo de alto riesgo requiere mucho cuidado.
Los embarazos de alto riesgo son relativamente frecuentes. Estos requieren de un control estricto por parte de los padres y el médico para evitar que la mamá y el bebé corran un riesgo. Partos prematuros, muerte fetal o la muerte de la madre. Sus causas son muy variadas, las más comunes: alcoholismo, tabaquismo o diabetes gestacional.
¿Cómo prevenir el embarazo de alto riesgo?
Primero que nada debes tener en cuenta la calidad de tu salud. Las mujeres con enfermedades cardiovasculares, renales, hipertensión, cáncer o diabetes deben consultar a un especialista antes de quedar embarazadas. Por otra parte, la pareja debe planear muy bien el momento del embarazo y tomar en cuenta los antecedentes familiares. Sobre todo cuando se tiene un historial médico que indique algo puede afectar al bebé. Las consultas prenatales son muy importantes.
Factores a considerar
Hay varios factores que puedes considerar además del historial médico:
- La edad materna tiene mucho que ver con el éxito de un buen embarazo. Las menores de 18 años y mayores de 40 entran en el grupo de riesgo.
- Posibles adicciones de la madre, como tabaquismo o alcoholismo, que pueden generar problemas genéticos en el bebé.
Cómo es el control de embarazo de alto riesgo
En algunas ocasiones es inevitable tener un embarazo de alto riesgo debido a problemas médicos, como la diabetes o la anemia materna. También hay otras circunstancias, como un embarazo adolescente o de una mamá de más de 40 años. En este caso lo mejor es consultar al especialista. Una vez que se detecta la causa del embarazo de alto riesgo la consulta con el médico van a variar. En todo caso siempre se deberá controlar el peso, la tensión arterial, la frecuencia cardiaca fetal y la dinámica uterina. Esto implicará algunos análisis de orina, sangre y ecografías.
Lidiar con un embarazo de alto riesgo involucra tanto a los padres como al médico. Ambos trabajan de la mano para cuidar el bienestar de la madre y del bebé en el momento de dar a luz.