En algún momento de la vida puedes sentirte herida por alguien importante y guardar sentimientos negativos hacia ella. Ser rencorosa no te dejará nada bueno y por el contrario, puede afectar tu salud y vida en general. Evita invertir energía en lo que no te hace sentir bien.
Ser rencorosa no te llevará a nada bueno
Hay personas por las que estás dispuesta a dar todo, hasta que llega un día en el que te fallan. No estoy diciendo que todas las personas pasen por eso o que todas las personas sean malas. Existen excepciones y cuando te encuentras con alguna de ellas, todo cambia a tu alrededor. La primera reacción suele ser ira o enfado. Después decepción, tristeza y si no haces algo al respecto, terminas con odio o rencor hacia alguien que antes significó mucho para ti.
Existen infinidad de motivos por los que puedes sentir rencor y todos en algún momento de la vida podemos llegar a sentirlo. Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga expresa que el rencor es “un sentimiento que genera sufrimiento y aparte de todo, es inútil”. La experta además señala que “avivar el rencor sólo te lleva a tener tu atención en otra persona, en vez de invertir energía en hacer algo para que tú te sientas bien”. Evítalo con los siguientes consejos.
No te sientas mal por todo lo que le diste a la otra persona
Muchas veces comienzas a sentir rencor hacia la otra persona porque sabes que diste más de lo que recibiste. El gran problema reside en que siempre esperamos recibir lo mismo que damos y no es posible que eso suceda. Ni siquiera es algo que pueda garantizarse en ningún momento. Siempre debes quedarte tranquila por lo que das, recuerda que cada quien ofrece lo que tiene.
Desahógate
Lo más importante es que no te quedes con una idea errónea de la problemática. Si es posible, habla con la otra persona para aclarar lo sucedido. En caso de que eso suceda, sé franca respecto a tu opinión y sentimientos. Después de hacerlo quedarás tranquila y podrá descansar tu alma.
Piensa que la vida no es color de rosa siempre
Para desgracia nuestra, la vida no es perfección y así como hay momentos buenos, también hay malos. Tenemos que estar conscientes de ello, pues de lo contrario nos costará más trabajo afrontar una situación difícil.
Ser rencorosa no te dejará nada bueno y sólo dañará tu salud.
