La realidad es que soy introvertida y no tengo que pedir disculpas por ello

Hasta hace algunos años me costaba mucho trabajo “relacionarme” con la gente y tener que explicar que soy introvertida. De hecho muy pocos lo sabían, pues tampoco voy por la vida diciendo “ey, soy introvertida”. A mí nunca me causó problema mi forma de ser, pero la gente cercana a mí, parece que sí tenía conflictos existenciales con mi forma de ser y las reglas de cortesía de la sociedad. Ya sabes, por ejemplo, tener que saludar a todas las personas que se encuentran reunidas en algún lugar. O sonreír para mostrarte amigable. No, nada de eso va conmigo y con mi forma de ser.

NO, no odio a la gente

Muchas personas pensaban que yo era así porque odio a la humanidad. La realidad es que no es así. Simplemente odio estar cerca de gente que no me aporta nada, de gente que ni siquiera conozco o a la que no le intereso. Odio tener que interactuar de manera forzada. Conmigo no va la hipocresía. Créeme, en más de una ocasión he tenido que superar mis miedos para poder estar cerca de la gente que me importa. Así que no, no odio, simplemente no desperdicio mi tiempo con gente que no me interesa.

Socializar es inevitable

La realidad es que para permanecer en completo aislamiento tendría que irme a una isla desierta o permanecer encerrada en mi casa hasta que todos se vayan a descansar. Pero como eso no sucederá, tuve que adaptarme a la sociedad y de vez en cuando hablar por aquí o por allá.

No sé reclutar conocidos

Soy introvertida, por lo tanto no sé cómo hacer amigos. Pocos entienden mi sentido del humor y con eso es suficiente para mí. La verdad es que es mejor que sean pocas personas porque eso de estar con tanta gente termina siendo estresante para mí. Así que no voy a arruinar los buenos momentos a causa de eso.

Prefiero quedarme en casa antes que ir a una fiesta

Aunque mis amigos ya saben como soy, por cortesía me invitan a sus eventos. Obvio saben que diré que no, pero aún así lo hacen. Y sí, nunca voy a negar que prefiero quedarme en casa, cómoda y tranquila antes que tener que salir a congeniar con otros.

En mi sofá es donde siento más placer

Como dije, prefiero quedarme en casa, tirada en el sofá viendo una peli o una serie. Incluso las veces que decido salir con mis amigos, la mejor parte viene cuando regreso a casa y puedo echarme en el sofá. Es una sensación gratificante que pocos entienden.