A veces resulta un poco complicado seguir adelante. Hay sucesos que hacen que nos sintamos estancados: el trabajo, la relación, deudas, problemas existenciales. Si no hacemos algo al respecto, podemos sentir que nos hundimos. La confusión nos inunda y parece que estamos atrapados en una sensación terrible que solo produce angustia.
¡Se puede seguir adelante!
Lo primero que debes hacer para dar un paso adelante es detenerte y marcar una distancia del hecho que te preocupa. Al marcar esa distancia evalúas la situación por la que estás pasando desde otro ángulo. Una vez que estás viendo la situación desde otra perspectiva, debes ser honesta contigo sobre lo que te hace sentir. Muchas veces somos conscientes de lo que pasa, pero no queremos hacer nada al respecto, preferimos mantener la vista en otro lado.
¿Por qué queremos hacerlo?
Muchas veces sentimos que todo se ha estancado porque dejamos de ver el panorama general. Para seguir adelante es importante recordar el por qué queremos hacerlo. Es un hecho que a veces tenemos planes que no se van a llevar a cabo de un día para otro. Sin embargo, eso no es razón para que te des por vencida. Si sientes que ya no puedes más, recuerda qué fue lo que te llevó a desear eso.
Aligera tu maleta
En caso de que de verdad quieras seguir adelante, es importante que te liberes de aquello que te genera peso innecesario. Suena difícil y muchas veces no queremos deshacernos de cosas, personas o pensamientos por miedo a la incertidumbre. Lo importante es centrar las ideas y mantener lo que importa y dejar de lado lo que ya no es necesario. Lo esencial para que puedas continuar es que te lo propongas y no dejes que nada ni nadie te detenga. Jamás dejes que nadie te haga creer que no puedes o debes lograr algo.