Digan lo que digan, la figura de mamá es una y la de papá es otra. Cualquier psicólogo o terapeuta puede confirmarte que el papel de un padre en la vida de su hija o hijo tiene grandes beneficios. Este día vamos a hablar de la magia que existe en la relación papá e hija. La figura paterna es la del primer hombre que va a entrar en la vida de una mujer. Cuando papá trata a su hija con ternura, respeto y delicadeza, da pie a que esa niña sea en un futuro una mujer más próspera y feliz.
El vínculo de papá e hija
La entrada de una hija al mundo de un padre es todo un shock. El amor por una hija vuelve a muchos hombres sobreprotectores, aún más en la etapa de la adolescencia. El vínculo de papá e hija ayudará a que la pequeña forme una imagen sana de ella misma. Tendrá autoestima al recibir buenos estímulos de su padre. De hecho, diversos estudios hablan sobre el impacto que un padre ausente puede provocar en una niña. Esa ausencia podría desencadenar problemas alimenticios en la adolescencia, hasta promiscuidad debido a la falta de aceptación paterna. El vínculo padre e hija es algo sagrado. Debemos incentivar a más hombres a involucrarse en la crianza de sus hijas.
¿Cómo fortalecer el lazo padre e hija?
Normalmente el lazo padre e hija se da de forma natural. Debemos permitir que papá juegue con su hija, que le demuestre cariño, que se convierta en su cómplice. Durante la infancia, tener un buen papá es indispensable. Es el mejor momento para aprovechar las risas y los juegos, pues al llegar la adolescencia este vínculo suele diluirse. Es natural ya que con la menstruación, los cambios hormonales y el crecimiento las chicas buscarán una pareja. Los primeros amores de una hija serán odiados por papá, quien verá con tristeza el distanciamiento. Sin embargo, esto es perfectamente normal y no significa que las chicas dejen de amar a su padre.
Tener un buen papá es invaluable
Las mujeres que tienen una buena relación paterna son mujeres más fuertes y exitosas. Papá no siempre va a ser el hombre modelo y eso debe quedar super claro. Así como mamá no es perfecta papá tampoco lo es. Sin embargo, esto no quiere decir que debas hacer a un lado el rol que tiene en tu vida. A veces se nos olvida que el amor no es perfecto, no necesitas que alguien sea perfecto para amarlo. El amor también tiene subidas y bajadas, momentos buenos y malos. La verdadera prueba de amor es cuando damos lo mejor de nosotras mismas. Si papá está en tu vida, se ha alejado o ya no está, hay una forma de agradecer al destino por haberlo tenido. Recuerda que debes ser siempre la mejor hija que puedas ser, tomando lo bueno y lo malo y valorándote a ti misma. Sé congruente.
La enseñanzas que te da un padre pueden tener un gran peso en tu vida. Llévalas a la práctica y sé la hija de papá para bien.