El primer amor siempre será maravilloso y quedará grabado en nuestro corazón. Sea para bien o para mal. Todas tenemos concepciones distintas al respecto, porque dependerá de cómo lo hayas experimentado.
El primer amor te hace descubrir lo que otra persona puede hacerte sentir. Son emociones fuertes porque jamás las habías conocido y te causan adrenalina. Te vuelves loca de felicidad por la mirada de esa persona, su risa, su figura… ¡todo!
Lo más increíble es cómo el primer amor puede volverte la persona más feliz del universo o la más desdichada. Eso dependerá de cómo fluya la relación.
El primer amor puede dejar buenas o malas experiencias
El primer amor implica experimentar un mundo de sensaciones. Quieres compartir todo con esa persona que se ha vuelto importante para ti. Deseas probar sus labios y no querer otros besos que no sean los suyos.
Al estar con él te olvidas de lo que te rodea y deseas que lo único que exista sean ustedes dos derrochando su amor.
El primer amor es puro, ingenuo, desinteresado y libre de malicia. Frecuentemente, se experimenta en la adolescencia. Muchos factores influyen para que éste se vuelva memorable o todo lo contrario. Recordemos que en esa etapa existe una explosión hormonal y queremos comernos el mundo.
Ese primer amor tiene un poder impresionante en nosotras; tanto, que muchas veces nuestro estado de ánimo depende de cómo vayan las cosas con esa persona. Lo malo es cuando la relación resulta desastrosa y dolorosa.
El primer amor puede ser doloroso
Es entonces que podrías experimentar otras situaciones, como sufrir el primer engaño, conocer los celos y las fallas. El corazón puede salir lastimado por las conductas de la pareja.
Sea como sea, este amor dejará experiencias y aprendizajes. De nosotras depende si lo tomamos para crecer y aprender o para lo contrario. Con él podemos darnos cuenta de que no todas las personas son sinceras, pero también podemos creer en la honestidad. Y surge la esperanza.
Al pasar el tiempo conoceremos más personas y aprenderemos quiénes valen la pena y quiénes no. Por eso se dice que el primer amor nos marca de por vida. Con esa experiencia nos daremos cuenta de lo que sí queremos o no para nuestras futuras relaciones. La cuestión es aprender a superar las malas vivencias para no repetirlas más adelante con alguien más.
El chiste de la vida es disfrutar, no sufrir. Mucho de eso dependerá de las decisiones que tomemos y de las personas que elijamos para que compartan experiencias con nosotras.
¿Cómo recuerdas tu primer amor?
