No sé a ti, pero a mí me choca cuando una canción se queda pegada en mi mente todo el día. Es desesperante e insoportable. De hecho, algunas canciones tienen las característica de quedarse en tu mente más de lo que deberían. ¿Te ha pasado? Te voy a explicar por qué tienes una canción atorada todo el día en la cabeza.
¿Qué es lo que pasa?
Así que entras tu coche, prendes la radio y escuchas las mismas 15 canciones de moda una y otra vez cada mañana. Sin desearlo terminas tarareando la melodía solo de una de esas canciones. Lo peor del caso es que ahí no acaba. De hecho, puedes escucharla claramente en tu mente una y otra vez. Los investigadores de la Universidad de Durham sugieren que algunas melodías son captadas de forma diferente por nuestro cerebro, ya que suelen tener intervalos inusuales o repeticiones que forman una extraña forma en la melodía. Un claro ejemplo esta en el coro de Bad Romance, de Lady Gaga, o Moves like Jagger, de Maroon 5. Su melodía es realmente simple y pegajosa. Estas canciones son catalogadas cómo gusanos musicales. Su característica es que se te pega unos 10 o 30 segundos de la canción.
Gusanos musicales… ¿¡por qué?!
Si bien existen muchas canciones que contienen gusanos musicales y su melodía es la razón de que se nos queden pegadas tanto tiempo, hay otras razones que influyen en este problema:
- Se dice que los gusanos musicales son como pensamientos que reprimimos. Es decir entre más intentamos evitarlos más se repiten.
- Es una manera de mantener el cerebro ocupado cuando este está relajado.
- Puede ser también la forma en la que el cerebro cierra los huecos entre ritmos y letras musicales provocando el círculo repetitivo.
La mayoría de las personas, 98%, hemos sido afectadas por estos gusanos musicales. Las personas más vulnerables son mujeres o personas con un alto grado de estrés. Finalmente tener la mente ocupada en muchas cosas nos hace mucho más susceptibles a tener una canción en la mente todo el día.
¿Cómo curarnos?
Aquí te dejo algunas ideas para deshacerte de este mal.
- Masca un pedazo de chicle.
- Escucha la canción que repites completa.
- Hacer un crucigrama o rompecabezas.
- Hacer algo de ejercicio.
Estas son las únicas formas de evitar que una canción ronde todo el día en tu cabeza.