Valoro mis amistades y mantengo mi círculo pequeño. Durante el embarazo y la maternidad mis relaciones han cambiado, pero he descubierto la belleza de una comunidad en línea y he creado amistades honestas a través de las redes sociales. He perdido algunos amigos, pero he ganado otros. Aunque a veces quiero sentirme como antes, he aprendido cuáales amistades vale la pena mantener y cuáles vale la pena cultivar.
Mis amigas y la maternidad
Cuando quedé embarazada, ninguna de mis amigas era mamá. Una amiga de la universidad con la que ocasionalmente me mantuve en contacto estaba embarazada de su tercer hijo y se ha convertido en una amiga enviada por Dios. A lo largo de mi embarazo respondió a mis preguntas, me aconsejó y me ayudó a prepararme para la maternidad. Ella ha demostrado su apoyo al estar conmigo en cada paso del camino. Esas noches solitarias, aquellos días en que mi bebé estaba enfermo y cada etapa que ha vivido mi bebé. Ella ha sido mi hombro para llorar, pero vive en otro país. Nos
comunicamos diariamente a través de las redes sociales, pero siento que ella está a mi lado.
Redes sociales
Gracias a las redes sociales he construido una comunidad de apoyo en línea. Desde que me he convertido en madre, muchos conocidas se convierten en verdaderos amigas. Las mujeres que eran mamás empezaron a contactarme con consejos y sugerencias sobre bebés, productos para bebés y como lidiar con berrinches. Varias mujeres que no son madres pero que adoran a los niños, me dicen lo afortunada que soy y lo adorable que es mi hijo. Comentan cosas bonitas en mis publicaciones y fotos de mi bebé y me preguntan constantemente si necesito algo.
Consejos para las nuevas mamás
Después de que tuve a mi hijo, seis amigas quedaron embarazadas y comenzaron a pedirme consejos y compartieron sus temores de ser mamá. Estas mujeres son como yo, nuevas mamás que no tienen amigas que están embarazadas y necesitan apoyo más que nunca. Aunque nos comunicamos a través de las redes sociales, compartimos una conexión y he creado verdaderas amistades.
La vida como madre nos consume y apenas tenemos tiempo para nosotras mismas. Aunque tengamos amigos a veces nos sentimos solas. No tenemos tiempo para llamar o enviar un mensaje de texto a nuestros amigos, pero por favor, danos un poco de tiempo. Estamos consumidos con la maternidad. No es una excusa, pero honestamente no intentamos distanciarnos. Queremos que nuestras amigas nos llamen, nos inviten a eventos sociales y nos incluyan en sus vidas. Queremos sentirnos como antes. Es posible que no podamos salir, pero queremos sentir que les importamos.
Debo elegir prioridades
Algunos de mis amigos se han distanciado. Sienten que ya no tenemos nada en común y dicen que he cambiado. Estoy dedicada a mi hijo, pero eso no significa que no me importen mis amigos. Algunas amigas han demostrado que no les importa mi vida en este momento. No preguntan cómo me va y no preguntan por mi hijo. En este momento no podemos darnos lo que queremos. Quieren que hable durante horas por teléfono o que vaya a cenar, a ver una película o un bar. Y yo quiero que alguien solo me pregunte cómo me siento o cómo estuvo mi día.
Las amistades cambian a medida que las personas crecen. Aunque es difícil de aceptar, algunas amistades simplemente no valen la pena mantenerlas. Los amigos te apoyan a través de las diversas etapas de la vida, quieren que seas feliz y, a cambio, quieren el mismo amor y aprecio.