Justificar a quien nos maltrata: un problema de muchas chicas

Seamos sincera, a ninguna mujer le gusta ser maltratada. Sin embargo, es cierto que somos nosotras las que permitimos que los demás nos falten al respeto. La realidad es triste, pero es cierto que mientras tengas una mala autoestima puedes caer en el juego de cualquier persona manipuladora, narcisista o controladora. Lo peor ocurre cuando pese al maltrato, hacemos lo impensable: justificar a quien nos maltrata.

Muchas veces vemos a nuestra amiga, vecina, compañera de trabajo involucrada en una mala relación. Y mientras ella trata de justificar al sujeto ante los demás, nosotras no entendemos lo que la orilla a aceptarlo. ¿Será que les gusta sufrir? ¿Qué es lo que retiene a estas mujeres para estar con alguien que las maltrata?

Las que pagan un costo algo por obtener lo que quieren

Todas en el día a día nos hacemos de imágenes falsas de las demás personas. Sabemos que un libro no debe ser juzgado por su portada, pero en la realidad todos los días catalogamos a las personas por su apariencia. Cuando estás en busca de amor y encuentras a alguien de tu agrado, es normal comenzar a ver todas sus virtudes. En ese momento comienzas a hacerte una idea de quién es la persona que tienes enfrente. Sin embargo, puede que lo que se ve, no sea la verdad. La primera vez que el “príncipe azul” cambia su forma de ser contigo y te pega, te grita, te insulta o te hace un comentario hiriente, tu mente no logra discriminar su comportamiento de la mejor forma.

Es decir, tu juicio está fragmentado

Es aquí donde comienza tu disonancia cognitiva. Sabemos que muchas veces las personas no son como dicen ser. Tenemos cierta idea fantasiosa o idealizada en nuestra mente cuando no conocemos a la persona. En el momento en el que esta hace algo que está fuera de todo lo que tú pensabas que era, tu mente tiene dos pensamientos, ideas y sentimientos contradictorios.

Es decir, puede que durante todo su noviazgo esta persona haya sido excelente y el día después de la boda ya viviendo juntos tienen una discusión y te habla con groserías. Ante esta situación tu mente no sabe muy bien como reaccionar. Lo que acaba de pasar no corresponde a la imagen que tienes de la persona. Entonces te preguntas a quién tienes enfrente: ¿al hombre que te ama o a alguien que quiere hacerte daño? Cómo es imposible vivir en la dualidad, tu mente debe escoger entre tres opciones.

Las tres opciones que te da tu cerebro

  • Primera opción: No dejas pasar el insulto ya que este ha pasado tus límites personales. Tu cerebro decide que quien te maltrata en realidad no te ama, entonces terminas con la relación.
  • Segunda opción: Dejas pasar el insulto, pensando que es un evento único y que no volverá a repetirse.
  • Tercera opción: Es una combinación de las dos anteriores. La primera vez lo dejas pasar, pero si el evento ocurre de nuevo entonces acabas la relación de inmediato.

Lamentablemente muchas chicas se quedan con la segunda opción por muchos años esperando que un día el escenario cambie. Esta opción se toma cuando existe un gran temor o necesidad que no puede ser satisfecha por otro más que por el maltratador.

Las personas cambian y nada es blanco o negro

Ante esta situación debemos asumir que ninguna persona en este mundo es completamente buena ni mala. Las personas van cambiando con el tiempo conforme a sus propias necesidades. El peor error que cometemos al buscar el amor es idealizar a la otra persona. Se debe conocer a la personas en los aspectos buenos y malos y decidir si es la persona indicada para ti. Ajustar la realidad a tus creencias o ideales solo te mutilará, ya que tendrás que armar un rompecabezas para justificar el maltrato de la persona que crees es la ideal para ti.

Justificamos a quien nos maltrata porque aún no nos damos cuenta de lo valiosas que somos. El control de nuestra vida amorosa, laboral, emocional estó solo en nuestras manos.