En una relación amorosa sana existen dos personas independientes y plenas que comparten su vida. En este sentido no existen medias naranjas porque no deberían existir personas incompletas. El amor no nace desde la carencia, sino de la abundancia en todos los aspectos. Por tanto, la independencia emocional, económica e intelectual te hace la mejor pareja. ¿Quieres saber por qué?
La independencia te hace una persona sana
A lo largo de los años aprendemos sobre nosotros mismos, lo que queremos, lo que no. Aquello que nos mueve y nos apasiona y también aquello que jamás haríamos. En este sentido cada experiencia buena o mala nos hace crecer tanto de forma intelectual como emocional. Por tanto, con el tiempo nos hacemos personas independientes y capaces de llevar su vida de la forma que lo desean. Ya no caben en nosotros inseguridades, celos o temores y, si se presentan, sabemos que sólo se trata de un obstáculo que puede resolverse.
Ambos comparten su vida de una forma sana
Cuando tienes independencia emocional sabes que tu pareja es un compañero. En este sentido te comparte distintas cosas de su vida y tú haces lo mismo. Así mismo cada uno respeta los espacios del otro y no los invade. En este sentido no existen los celos injustificados ni las inseguridades. Jamás tendrás que pedirle explicaciones a tu pareja acerca de dónde y con quién está, pues estás segura de ti misma y de tu pareja y lo que quiere contigo.
Una persona independiente trae soluciones a tu vida no
problemas
Cuando una persona sabe lo que quiere, hace todo lo posible por conseguirlo y mantenerlo. En este sentido trata de hacerte crecer emocional y personalmente. Te protege sin invadir tu libertad y trata de hacerte tan feliz como tú lo haces a él. Sin embargo, una persona codependiente siempre busca la aprobación del otro, como no está feliz consigo mismo pretende que el otro entre en conflicto. Invade sus espacios y lo acosa pues siempre duda de lo que tienen como pareja. Nos se cree merecedor de tanto amor.
¿Tú eres una perdona independiente?