Planificar un hijo es una de las temáticas más difíciles que tendremos que tratar en algún momento si es que deseamos formar una familia. Es algo que no debe tomarse a la ligera, aunque las cosas no siempre son así.
Hay muchas puntos que se deben tomar en cuenta a la hora de pensar en agrandar la familia:
- Si se tiene la solvencia económica
- Si existe estabilidad en la pareja
- Tener conciencia de que un hijo no es un juguete
Sí, sé de eso porque yo también pensaba así. Mi sueño era terminar la carrera, viajar por el mundo, conocer diferentes culturas. Incluso juzgué o critiqué a quienes se convertían en padres de manera irresponsable. Cómo podían dejar que su vida se fuera de esa manera sabiendo que era más fácil comprar anticonceptivos que mantener a un ser vivo.
Y lo más increíble es que ahora no paro de decir que mi hija fue lo mejor que pudo pasarme. Se convirtió en la mayor bendición que pudo darme la vida. Y muchas veces me hace pensar lo tonta que fui al juzgar a los demás.
Ahora no imagino mi vida sin esa pequeña que me llena de alegría. Es la motivación que tengo para cada día ser una mejor persona. Y también lucho por ser una mejor mujer y así ella pueda tenerme de ejemplo. Simplemente mi vida se ha vuelto increíble y es gracias a que la comparto con ella.
Decidir o no tener un hijo
Debo reconocer que pude haber evitado embarazarme. Trunqué algunos planes por lo que pasó, pero no me arrepiento. Aunque sabía que no tenía los recursos para poder salir adelante, decidí tener a mi hija. Jamás me di por vencida, pues sabía que ella me acompañaba. Entonces decidí afrontar la situación con la frente en alto, con tal de hacer de ella alguien feliz.
La vida no es alegría total, pues hay momentos en los que puedes cumplir un capricho y otros en los que no. Ver sonreír a esa pequeña, me impulsa a seguir luchando por obtener lo mejor.
Mi hija no fue planificada, sin embargo creo que las mejores cosas de la vida llegan así, de sorpresa. Y para mí ella es mi mayor sorpresa y el mejor regalo que podré tener. Ahora se trata de hacer las cosas lo mejor posible y darnos cuenta de las maravillas de la vida.
Eso sí, no trato de cambiar el pensamiento de nadie ni critico las decisiones que cada quien tome. Cada una de nosotras somos libres de decidir lo que creemos correcto para nuestro camino. Y todas las opiniones son respetables.
Imaginaba mi vida de una manera, y aquí estoy, contándoles mi experiencia, diferente a lo que yo tenía planeado. Les estoy hablando de la maravillosa hija que tengo.
No puedo creer que la mejor aventura de mi vida haya comenzado con dos rayitas indicando positivo en una prueba de embarazo. Fue justo ahí donde comenzó una felicidad compartida con ella, mi máximo motor.
