Hay miles de razones por las que disfrutar de la soltería

Hace años nadie nos enseñaba a disfrutar de la soltería, más bien era todo lo contrario. Ante la sociedad era mal vista una mujer sola y tal vez por eso muchas optaban por estar con alguien aunque ya no fueran felices. Lo bueno es que las cosas han cambiado y podemos presumir y disfrutar nuestra soltería. Así que deja de lamentarte por cómo es tu vida en soledad y te darás cuenta de todas las ventajas que tiene.

Un gran paso

El día que tomé la decisión de ser una mujer sin pareja, lo hice porque me sentía destrozada. Descubrí la infidelidad de mi pareja y eso me derrumbó. En ese momento mi mente estaba nublada, pero no podía hacer nada mejor que decirle adiós a alguien que me estaba lastimando. Debo reconocer que tuve miedo, miedo a la soledad (eso pensaba yo), miedo a lo nuevo. Pero luego de un tiempo me sentí agradecida por esa decisión y aprendí mucho.

No das explicaciones a nadie

Cuando comencé a salir descubrí que el mundo estaba a mis pies. Conocí muchos lugares que tal vez en otras circunstancias no hubiera conocido. Primero comencé con sitios cercanos a mi hogar. Pero poco a poco y quitándome el miedo, me atreví a salir más lejos y cada vez quería llegar más lejos. Ahora soy una viajera de corazón y sé que con la relación que tenía, esto no sería posible.

Aprendes que lo primero siempre, eres tú

Estando en la relación me había olvidado de mi. Había optado por enfocarme en alguien más, pero ya no sabía cómo lidiar conmigo, ya no me conocía. Sin duda, ahora sé que una parte favorita de la soltería es esa, que tienes tiempo contigo y aprendes a escucharte, te conectas contigo misma de un modo tan íntimo, que una vez que lo logras nadie te romperá tan fácil.

¡Al fin, cama sola!

Dormir con la pareja es lindo y divertido, pero ahora que estoy sola, amo tener la cama para mi solita. Me puedo expandir sin temor de golpear a nadie o quitarle la cobija.

Mucha comida

Amo comer y no me gusta que me hagan caras, que me limiten o que me juzguen por lo que como o lo que no me gusta comer. Soltera, puedo ir por la vida probando y comiendo cuanto desee sin que me molesten.

Me he enfocado sólo en mí y por ende, las únicas preocupaciones en las que me he enfocado son las mías. Cada quien debe aprender a darle prioridad a lo que realmente la necesita.