Ahora que me convertí en madre, comprendí la forma de actuar de mi mamá. Recuerdo que antes de que yo fuera madre, a veces me era un poco irritante su comportamiento. No entendía por qué cada día me hablaba para saber cómo estaba o saber si no necesitaba algo. Sí, lo sé, mamá bien podría hacer su vida de otra manera ahora que yo ya soy grande y que tomo mis propias decisiones. Sin embargo, ese amor que se tiene por los hijos, es algo que no entiendes hasta que no los tienes. Sin embargo, es importante saber cuándo tenemos que cortar el cordón con el que nos hemos mantenido cerca de mamá. Recuerdo que me costó un poco de trabajo, hasta que por fin le dije a mamá, es momento de soltarte.
No se trata de dejarla de lado
Hay quienes creen que soltar a mamá significa ya no tomarla en cuenta u olvidarnos de ella. ¡No! Es todo lo contrario. No se trata de marcar distancia o ya no hacerla partícipe de lo que suceda en tu vida. Soltar a mamá se trata más bien de demostrarle que crecimos y que podremos con todo lo que la vida nos ponga enfrente. Nos guste o no, mamá siempre se preocupará por los hijos sin importar la edad que tengamos. Como madres siempre vemos a los hijos como nuestros pequeños y obviamente queremos lo mejor para ellos. Pero también es importante que como hijos tomemos el papel que nos corresponde. Si ya hemos crecido, hay que demostrarlo con hechos y no solamente porque nos vemos grandes o “adultos”.
Mamá tiene miedo
Para ella siempre seremos niños y tiene miedo de que en algún momento las cosas no salgan a nuestro favor. Sin embargo, de eso se trata la vida. No siempre vamos a ganar y también de las derrotas tenemos que aprender y crecer para convertirnos en adultos maduros, responsables y conscientes.
Mami, es momento de soltarte
Crecer implica madurar, saber que además de diversión, también hay obligaciones y responsabilidades. En este punto ya no se trata sólo de tener sueños o hablar por hablar. Se trata de cumplir y luchar por todo aquello que hemos peleado por tanto tiempo. Muchas veces tomaremos riesgos con miedo, pero de no hacerlo así, no saldremos jamás de la zona de confort.
Mamá, no quiero que pienses que ya no eres necesaria para mí; al contrario, hoy más que nunca sé lo importante que eres en mi vida. Sólo quiero que entiendas que es momento de soltarte. Te libero de esa carga que has tenido conmigo. Confía en mí, sé que lograré grandes cosas. Ahora, quiero que estés a mi lado, acompañándome. Es momento de disfrutar de ti, sin que te sientas con la presión de sacar mi vida adelante. Gracias por todo lo que has hecho por mí, te amo mamá.