Pedir perdón….Es probable que la mayor parte de las mujeres hayamos pasado por este incómodo momento en el que un hombre cree que ha llamado tu atención e insiste en salir contigo.
Sí, esa es la forma en la que un día estando en un café sonreí al recordar lo bien que me salió una ilustración la noche anterior. Ahí estaba yo como una tonta sentada en la mesa sonriendo al horizonte (¿te ha pasado?) lamentablemente en la mesa de enfrente había un chico, que al parecer se percato de mi singular alegría. Después de que regrese a la realidad, me di cuenta de que venía hacia mi.
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La platica incómoda
Tuve que quitarme un audífono -“Lo siento, no te escuché.”
“¿Esa sonrisa es para mí?”
“No. Lo siento. Estoy feliz hoy.”
No lo siento. ¿¡¿¡LO SIENTO!?!? Por que le dices que lo sientes si literalmente no hiciste nada.
De alguna forma me sentí culpable por sonreírle a mis recuerdos y dejar que este chico pensará que me había fijado en él. Ya sé es super ridículo. Así que hice lo que toda chica incómoda puede hacer en esas situaciones. Cerré mi chamarra deportiva y comencé a agarrar mis cosas para huir de ahí.
“Bueno, puedes compensarme tomando un café”.
“Lo siento, pero no puedo.”
“Entonces, ¿por qué me sonríes?”
“Lo siento, no lo hice.”
“Vamos, es un trago”.
De repente mi día glorioso se estaba convirtiendo en una experiencia poco gloriosa. Si eres mujer lo entiendes. #Sí. Nos pasa en la calle cuando te gritan “ey chica por qué tan seria” entonces caminas más rápido. Es ridículo que tengamos que pensar en el largo de nuestra falda al salir de casa, el calzado correcto para correr si hay peligro, evitar sonreírle a los extraños, ver de dónde salen tus bebidas y bueno tu ya te sabes el resto.
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Decir lo siento es casi automático en las chicas
Si eres mujer lo sabes, pasamos gran parte de nuestro tiempo justificando nuestras elecciones. De hecho nosotras tenemos demasiado tacto con los hombres y tiene un porque. Hace algún tiempo teníamos que ser amables por supervivencia. Ellos eran los que sustentaban la casa y los que tenían el poder de darte un techo donde vivir y comida caliente todos los días. Afortunadamente el día de hoy cada vez menos mujeres dependen de los hombres.
Y cada vez que lo digo, lo digo en serio, y sé que lo entiendes si eres mujer, porque hasta cierto punto todos hemos crecido sintiéndonos así, como si tuviéramos que justificar todo sobre nuestras elecciones, cuando no uno se atrevería a tratar a un hombre de esta manera. Les pedimos disculpas por no salir con ellos, por no querer besarlos, por no querer sexo con ellos… sí rídiculo.
No se tú pero yo me debo una disculpa a mi misma
Ese día en la cafetería me remonto a todos los momentos incómodos en los que tuve que haber dicho : Gracias, pero no quiero. De haber dicho estas cuatro palabras vaya que me hubiera ahorrado un montón de momentos incómodos. La realidad es que no tenemos que justificarnos por no querer salir, hablar o besar a nadie.