Es la primera vez en 9 años que estoy soltera y sola

Ya hace casi dos años que estoy soltera y hay varias cosas que me gustaría decirle a las chicas que le temen terriblemente a la soledad. Estoy escribiendo esto para que vislumbres que el fin de una relación no es la muerte ni la peor de las desgracias. De hecho, ha sido como una gran hoja en blanco.

 

No es lo mismo la soltería sola que acompañada

Con  esta declaración no pretendo menospreciar a las chicas que viven una soltería en la que salen con varios chicos, tienen relaciones abiertas o cualquier otro caso. Me queda claro que la forma en la que se vive es radicalmente diferente en ambas versiones de la soltería. En estos dos años he vivido de las dos formas y he visto las dos caras de la moneda. Ahora gustaría explicarte por qué no deberías tenerle miedo a la soledad.

Estar completamente sola

No te voy a mentir; quizá he tenido una gran ventaja durante mi última ruptura. La verdad es que soy una chica bastante solitaria e introspectiva, pero, igual que todas, por miedo a la soltería me quedé en una relación que llevaba muerta algún tiempo. Así que cuando fue momento de romper de tajo el lazo con mi ex no fue algo tan duro de momento. Sin embargo, en los meses siguientes a la ruptura mi vida y mi cabeza estuvieron en constante conflicto. No es sencillo estar sola después de pasar algún tiempo en una relación estable. Tu cerebro intentará proteger al resto de tu cuerpo y comenzarás a pensar en lo bueno de tu ex, dejando de lado lo malo. Es un mecanismo de defensa que tiene nuestro cuerpo.

Los meses de tortura

Alguna vez me dijeron que la cantidad de tiempo para recuperarte de un duelo equivale a la mitad de tiempo que has pasado con una persona. Imagina mi temor al acabar una relación tan larga. Entonces, cuatro años no era el mejor escenario para avanzar  con mi vida. Muchas veces detuve mi decisión de terminar mis relaciones amorosas por la soltería. Si te preocupa lo que pasa después de romper con alguien, puedo decirte que va a doler, te vas a sentir insegura de la decisión tomada, vas a llorar y muchas veces te vas a sentir perdida. Sin embargo, te aseguro que conforme pasen los meses tu vida comenzará a tomar forma de nuevo. Vas a tener bajones, buenos momentos y también mucho trabajo interno.

 En el tiempo sola

Este tiempo de soledad después de caer en dos que tres relaciones sin sentido me han enseñado algunas cosas:

  • Decidir estar sola sí es de valientes. Sé que a muchas solteras les choca este comentario, pero para alguien que pasó tanto tiempo en una relación estable y pasó a estar sola, no fue nada sencillo. Puedo asegurar que al principio cuesta trabajo y aún en ocasiones sigue siendo difícil para mí.
  • La palabra sola se vuelve muy relativa. Aprender a disfrutarte puede ser un proceso tardado, pero al final es muy reconfortante. En el momento que dejé de concentrarme en lo que no tenía y solo me enfoqué en lo que sí tenía, las cosas comenzaron a fluir diferente.
  • Aprendes a ser tú misma de modos muy distintos. Cuando estaba en una relación no me veía como una persona individual.
  • Es un vaivén dulce y amargo. Podría decirte que estar soltera es increíble todos los días, pero no te voy a mentir. A veces sí extraño el apoyo y la compañía de alguien. Sin embargo, en esos días suelo enfocarme en lo que sí tengo y mi día cambia por completo.

No tengas miedo

El día que decidí dejar de sentirme mal por estar sola estaba en mi cama en la noche. Recordaba cómo mi pareja solía engancharme con sus brazos hasta quedarme dormida. Entonces me levanté de la cama, ya llevaba algunos días sin poder dormir. Con mucho sentimiento lloré un rato y después puse algo de música para dormir. Ese día, en mi mente decidí irme a la cama como una mujer completa, con un gran futuro por delante. Un mejor futuro más allá que solo verme en los brazos de un fantasma todas las noches. Fue liberador hacerme esa declaración en silencio. Nadie la escuchó, nadie la leyó en mis redes sociales, solo fue una declaración para mí misma. Así que no tengas miedo, con el tiempo el coraje que tienes por dentro sale a la luz de formas inesperadas.

Estar soltera sin querer ni buscar prospectos me ha permitido crecer personalmente en cuestiones que yo ya veía perdidas. Así que no tengas miedo de saltar por la borda. Al final vivimos en un planeta redondo, así que no hay peligro de terminar en la nada. Todo es cíclico y fluye día con día.