Enamorada de él o de la idea del matrimonio ¡Aguas!

No es una sorpresa que todavía existan matrimonios que no están basados precisamente en el amor. En algunas ocasiones la familia, la religión o incluso la presión que viene con los años de noviazgo. Orillan a las parejas a casarse, sin pensar en las consecuencias que vienen después. La idea del matrimonio es demasiado romántica en la mente de muchas chicas… de cerca vi como una de mis mejores amigas acabó destrozada y sin rumbo después de su matrimonio…

Los focos rojos

Cuando mi amiga nos dijo al grupito que se iba a casar, la reacción de todas fue positiva. Nadie le quiere decir a la amiga con la relación tóxica que es probable que esté cometiendo un error. Al menos no en el anuncio de su casamiento. Ella estaba realmente ilusionada, llevaba años con este chico y según ella era el amor de su vida. Ellos ya habían terminado dos veces pero gracias a su religión acabaron juntándose nuevamente. Triste, pero el miedo al qué dirán y la comodidad de no tener que buscar más termina juntando a muchas parejas.Su novio era un hombre desempleado, uno de esos chicos con ideas románticas acerca de la vida. Ambos tenían la romántica idea de que el amor lo puede todo…

Pero el amor no lo puede todo

 

Un día de esos que mi amiga andaba de muy buen humor, nos vimos para tomar un café. Con algo de miedo decidí exponer mi preocupación hacia su reciente compromiso. Ella me dijo que sabía perfectamente lo que hacía, que a ella también le preocupaban las cosas que yo le exponía. Sin embargo ambos habían tenido un par de pláticas prematrimoniales. Me dijo que su prometido había prometido encontrar un trabajo estable y hacer todo lo posible para sacar su matrimonio adelante. Ella se veía bastante tranquila, así que no dije más. Ellos continuaron con su boda, se casaron en una muy pequeña ceremonia. Ese día fue terrorífico, nada salió como lo planeado. Fue una de esas bodas que recuerdas por la tormenta, la comida quemada y sobretodo por la cara de shock del novio. Su boca expresó palabras de amor, pero a mi vista en sus ojos solo existía el miedo. 

¿Vivir juntos? Quién lo necesita

La boda paso y perdimos de vista a nuestra amiga durante más de 4 meses. Varias veces intentamos contactarla . Ella se excusaba diciendo que tenía mucha carga de trabajo, que ya nos veríamos después. Fué hasta 5 meses después de la boda que fuimos a cenar. Nunca la habíamos visto tan mal, las ojeras eran impresionantes. Parecía que había envejecido como 3 años o más. Pasamos la primera parte de la comida hablando del trabajo y cuestiones superfluas. Hasta que le preguntamos…

¿Qué tal va la vida de casada?

Irremediablemente se echó a llorar. Tal como todas lo habíamos imaginado, el carácter de ella más el de él juntos en una casa no estaba funcionando. La economía de casa iba mal, ella aportaba el 90 % de su dinero a casa y el apenas y podía aportar lo que correspondía a la comida. Había amor claro estaba.. al principio ella fue muy paciente, pero se convirtió en un reto separarse de los modestos lujos que tenían siendo novios. Además de que la actitud de su esposo era deplorable, sin ganas de progresar ni hacer cambio alguno. Las cosas cambian de los novios invitandose el helado a ser una pareja viviendo al día con los gastos de una casa.

Nada era lo que yo pensaba

Todas la consolamos, pero ninguna se atrevía a decirle “te lo dije”. Nadie le dijo nada, no sabíamos ni qué aconsejarle. Apenas llevaban meses de casados y ya el mundo se les había venido abajo. El chico regresaba a casa de su madre a comer, no se dignaba a hacer el trabajo doméstico y las peleas iban en aumento. Porque casarte no es una cuestión tan romántica como parece, es compromiso, economía y sobretodo paciencia. Llevando atrás los pasos de cada una a la época donde habíamos comenzado a vivir con nuestras respectivas parejas, ninguna tuvo tantos problemas como ella los estaba teniendo. Creo que influyó mucho en que toda sabíamos el status económico de nuestra pareja así como su estilo de vida. Pasar de solteros a vivir en pareja no fué tan grave porque hubo un equilibrio emocional y económico.

¿Enamorada de él o la boda?

Muchas chcias llegan al altar pensando que ese anillo de boda cambiará radicalmente la situación. Pero te tengo una desagradable sorpresa. Ese hombre al que le colocas el anillo va a ser el mismo con o sin anillo. Las cosas no cambian radicalmente de un día para el otro. Ese hombre no va a cambiar radicalmente su situación económica ni psicológica solo por haberse casado. El mismo chico con las mismas debilidades y fortalezas que has conocido durante todo el noviazgo es al que le vas a decir esposo. No hay más. Lamentablemente muchas chicas creen que al colocar el anillo ese hombre se va a hacer más responsable, va a ser el padre que nunca ha sido, el profesionista exitoso que no quiere ser o va a dejar la mamitis que siempre ki ha caracterizado.

Quizás suene como la más pesimista al contar esta historia. Pero no puedo evitar pensar que las cosas serían muy diferentes sí mi amiga hubiese estado realmente enamorada del hombre y no del ideal del matrimonio. Pensar que tu vida va a pasar como en un película, es tóxico. Te lo dice la amiga de la chica que lleva 1 año en terapia, después de intentar levantar su matrimonio 3 años. Cada una de nosotras escoge al maestro de vida que queremos tener. Ella lo escogió a el y por 3 años le enseñó todo lo que ella no quería. Se lo pudo haber evitado, pero quizás esa era la única forma en la que podía aprender. Que el amor es mucho más que una idea romántica