La maternidad es una cuestión que implica mucho compromiso por parte de las mamás. Esto trae como consecuencia cansancio y fatiga. No obstante, ¿cómo saber cuando el cansancio deja de estar dentro de lo normal? Si es excesivo, podrías padecer el síndrome burn out.
Cuando el cansancio deja de ser normal
El síndrome burn out es una respuesta del organismo cuando ha estado sometido a un estrés excesivo. Se caracteriza por cansancio intenso y prolongado de manera física y emocional. Quienes están más propensos a padecerlo son las personas cuya actividad se desenvuelve en un ambiente de tensión constante. Es el caso de médicos, enfermeros, policías y psicólogos. Sin embargo, también afecta a miles de madres a nivel mundial.
En qué consiste el síndrome burn out
Los síntomas de este síndrome pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades. Las molestias físicas son: dolor de cabeza recurrente, insomnio, dificultad gastrointestinal y fatiga intensa. Los síntomas emocionales: ansiedad, depresión, irritabilidad y distanciamiento afectivo. La persona afectada se sentirá siempre cansada y agobiada.
Este síndrome también es conocido como síndrome de desgaste profesional. Ha sido relacionado con la maternidad y paternidad, aunque predomina en las mujeres. La relación se debe a que las mamás dedican casi las 24 horas del día al cuidado de los hijos los 365 días del año.
El agotamiento afecta a muchos papás a nivel mundial
Esta situación es cada vez más común porque mujeres y hombres se sienten presionados al acompañar a sus hijos en todas las actividades. Saber que necesitan estar con ellos en todo momento acelera el agotamiento y se incrementa el estrés.
A la larga, este malestar afectará su salud y calidad de vida. Deben ser conscientes de que necesitan descansar para poder rendir en sus actividades diarias. De lo contrario, podrían enfermarse jóvenes y ver afectado su rendimiento como padres de familia.
Es recomendable que de vez en cuando te des un descanso de tus hijos. Así impedirás afectar tu salud.