Seguramente has llegado escuchado el término “parafilia”. Este se refiere a un comportamiento sexual en el que al origen del placer no radica en la relación sexual, sino en otra actividad. Sin embargo, para algunas personas puede resultar un comportamiento extraño. Entre los más raros están el masoquismo, la zoofilia y la odaxelgania. Esta es la parafilia que muchas parejas tienen en la intimidad y de la cual hablaremos.
¿Qué es la odaxelgania?
Esta tendencia sexual consiste en sentir excitación sexual al morder a la pareja. La excitación también surge si la persona que padece esta parafilia es mordida por el ser amado. Este comportamiento extraño puede ser considerado como una versión leve o ligera del sadismo. El sadismo consiste en sentir placer al lastimar a otra persona. Aunque no lo creas, esta parafilia es más común de lo que se imagina.
Estudio sobre este comportamiento extraño
El investigador Alfred Charles Kinsey, pionero en investigaciones del comportamiento sexual humano en Estados Unidos, realizó un estudio. Según el informe Kinsey aproximadamente la mitad de las personas encuestadas han experimentado excitación al morder o ser mordidos por su compañero en la intimidad.
Mordidas controladas
Cuando hablamos de la odaxelgania hablamos de mordidas leves. Son pequeños mordiscos que se dan a la pareja para demostrar afecto. Jamás se tratará de mordidas que lastimen al otro. Cuando suben de tono, dejan de ser consideradas dentro de esta parafilia. En ese momento, al buscar lastimar al otro, pasan a la categoría de sadismo. No olvides que el sadismo se enfoca en sentir placer erótico al lastimar al otro.
¿Lo has experimentado?
Tal vez después de esta explicación hayas hecho memoria, dándote cuenta de que también has experimentado esta parafilia. Es probable que toda pareja en algún momento la realice, principalmente en la intimidad. Al estar la pasión al máximo, deseas mostrarle a tu pareja tus sentimientos de todas las maneras posibles. No te preocupes, es normal siempre que tu intención principal no sea sentir placer al ver sufrir a tu pareja.