El embarazo trae consigo muchos cambios en el cuerpo de la mujer, de esta manera, la acidez, las náuseas y las constantes levantadas al baño, pueden impedir una noche de descanso. Algunos de estos problemas son propios del embarazo y por lo tanto inevitables. Sin embargo, puedes descansar mejor estando embarazada si incorporas ciertos hábitos a tu rutina.
Disminuye tu consumo de líquidos en las últimas horas del día
Sabemos que es muy importante mantenerte bien hidratada durante el embarazo. Así que trata de tomar mucha agua durante el día y la tarde y conforme se acerque la hora de dormir disminuye su consumo. De esta manera, te levantarás menos veces al baño.
Nada de nicotina ni alcohol
Además de que son sustancias con el potencial de dañar a tu bebé, impiden un buen descanso. Si acostumbrabas consumir dichas sustancias antes de embarazarte, procura eliminarlas por completo durante estos nueve meses.
Reduce el consumo de cafeína
El refresco, el café y el chocolate son sustancias que en grandes cantidades pueden ser dañinas para ti (tanto embarazada como no embarazada) y para tu bebé. Así que haz lo posible por evitarlas, sobre todo durante la tarde y noche.
No comas nada muy condimentado antes de ir a la cama
Es mejor comer algo suave y cenar temprano. Trata de hacerlo dos o tres horas antes de irte a dormir. Además, evita las comidas picantes, como el chile, o las muy ácidas, como las que contienen tomate crudo, frito o hervido, pues pueden causar agruras o indigestión.
No hacer ejercicios muy tarde
Asegúrate de hacer ejercicio temprano para que tu cuerpo pueda relajarse después de realizarlos. Es recomendable terminarlos unas 4 o 5 horas antes de ir a dormir.
Duerme sobre tu lado izquierdo
Evita dormir boca arriba y boca abajo
Dormir boca arriba puede causar problemas para respirar, indigestión, hemorroides, presión arterial baja, dolores de espalda y disminución de la circulación hacia el corazón y al bebé. En esta posición el abdomen descansa sobre los intestinos y sobre vasos sanguíneos principales como la aorta y la vena cava.
Conforme va avanzando el embarazo, el abdomen sufre cambios físicos, lo que dificulta cada vez más dormir boca abajo.