Cómo disfrutar el sexo por la puerta trasera

Existe una gran variedad de posiciones que existen para disfrutar el sexo. Las más comunes son el misionero o la vaquera tradicional o invertida. Sin embargo, también existe otra postura que aunque pareciera ser un tabú, a muchos hombres y mujeres les encanta.

Sexo anal = tabú

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Las parejas actualmente practican con más frecuencia esta posición, pues causa placer y es un momento muy íntimo. Anteriormente, no se hablaba sobre el sexo anal porque esta postura era considerada exclusiva de gente que tenía orientación homosexual.

Al hombre le gusta disfrutar esta posición

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Hacerlo por la puerta trasera genera un inmenso placer en los hombres porque tienen que penetrar una zona que está muy apretada y reducida. Esto hace que la sensación sea completamente diferente que si penetraran la vagina, pues ésta es más amplia y húmeda. Además, hacerlo por atrás los excita al estar realizando algo “prohibido”. También lo disfrutan porque de cierta manera tienen el poder sobre la mujer al tener el control absoluto del momento. Sin olvidar que el trasero de la mujer es una zona excitante para ellos, por lo que tener a su chica de espalda es muy satisfactorio.

Las mujeres también gozan

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Para que una mujer pueda disfrutar esta posición, debe haber mucho cuidado por parte de su pareja. La clave es hacerlo con suavidad y respetando tus deseos para que tu pareja no te lastime. Además, también a las mujeres les resulta excitante el saber que harán algo “prohibido”. Incluso para lograr el máximo goce pueden estimular otras zonas del cuerpo al mismo tiempo.

¡Puedes lograr el orgasmo con el sexo anal!

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Debes saber que para lograr disfrutar de esta posición lo primero es estar lo más relajada posible. Si estás pensando en el daño que podrías tener con esta práctica no lograrás llegar al clímax. Despeja tu mente para que tu cuerpo logre estar relajado y puedas disfrutar de esta experiencia con tu pareja. Es importante que se empiecen a estimular otras zonas de tu cuerpo para que comience a fluir la sangre. Puedes ayudarte de lubricantes para facilitar la penetración.

Tu pareja tiene que empezar haciendo movimientos lentos y circulares para estimular la zona anal. Los movimientos deben ser más suaves para que puedas disfrutar y sientas malestar. Incluso, él puede considerar el sexo oral anal para ir estimulando esta parte. Puede ayudarse acariciando al mismo tiempo tu clítoris o senos.

Sin importar cual sea el motivo por el que deciden tener sexo anal, lo más importante es la comunicación. Si uno de los dos no desea llevar a cabo esta práctica, la otra persona debe respetar esa decisión. No olvides que lo mejor es disfrutar en pareja.