Todas las parejas sufren altibajos que las hacen valorar su relación. Sin embargo, ¿qué pasa cuando sienten que los problemas los están consumiendo? ¿Sabes qué tan bueno resulta pedir un tiempo para reconsiderar todo lo que está pasando? ¿Te lo has preguntado alguna vez?
Cuando el amor se opone a los problemas
Los problemas siempre estarán presentes en todas las facetas de tu vida. Así vivas soltera o casada, siempre habrá algo que te pueda sacar de quicio. Si estás casada sabrás que las peleas se presentan de vez en cuando, pero también es importante saber hasta qué punto dejar que afecten su relación. Muchas parejas sienten que los problemas los ahogan y aún así luchan contra todo para sacar su matrimonio a flote. Lo hacen porque valoran más a la persona con la que comparten su vida. Saben que esa persona es más valiosa que todos los problemas que la vida pueda presentarles.
Qué tan bueno es darse un tiempo antes de que todo empeore
La terapeuta familiar Sharon Gilchrest O’Neill trabaja utilizando una estrategia muy interesante. Ella aplica la técnica de “darse un tiempo” entre la pareja que atraviesa por situaciones problemáticas para evitar la separación definitiva. En este tiempo las personas resuelven sus conflictos de manera individual. No se trata de un tiempo en el que vivan la “vida loca” a modo de arruinar más su matrimonio. Además, deben llegar a acuerdos sobre quién se irá un tiempo de la casa, cómo cuidarán a los hijos (en caso de que existan). El proceso puede durar semanas o máximo seis meses, porque en ese tiempo no se siente una separación definitiva.
Para salvar una relación, lo principal es tener decisión y ganas de hacerlo. Si algún miembro de la pareja ya no se siente a gusto, lo mejor será hablar para decidir lo mejor para ambos.