Antes de irme a vivir con mi novio tuve que imaginarme diferentes escenarios tanto buenos como malos. En ese sentido una de las cosas que más pasaba por mi mente era la triste marcha de regreso a casa. Imaginarme con mis cincuenta cajas de regreso a casa de mis papás me hacía temblar. Por eso, intenté evitarlo de mil formas. No obstante, llegó el momento de pensar qué era mejor para mí: dejar a mi novio, regresar a casa o desaparecer. Lo que sucedió fue…
Estábamos tan bien
Durante los primeros meses todo estaba perfecto. Sin embargo, con el paso del tiempo, la convivencia y diversos problemas la situación empeoró. Además, hice cosas de las que no me enorgullezco, por tanto, la relación se rompió en un momento. Por tanto, tuve que enfrentarme a la disyuntiva de irme y dejar mi relación o quedarme y afrontar las consecuencias como un adulto. La verdad es que por las emociones del momento puedes decir y hacer cosas que no deberías. En mi caso tomé la decisión de irme sin pensar en las consecuencias. No obstante, no pasó ni media hora cuando ya me había arrepentido; no quería irme. Necesitaba poner las cosas en claro o terminaría haciendo algo peor.
De verdad quieres estar con él…
La mejor cualidad que debes desarrollar es la inteligencia emocional, con ella podrás salir de cualquier apuro sin lastimarte o lastimar a alguien más. Es cierto que en el momento las cosas pueden parecer inmejorables o fuera de control. Incluso, puede que ambas cosas sucedan, pero lo peor que puedes hacer es tirarte al drama. Mejor dale espacio y tiempo a la situación, de esa forma tanto tu pareja como tú podrán resolver cualquier problema de forma sana. Eso intentamos nosotros, nos dimos un poco de tiempo para asimilar lo ocurrido y lo que podía ocurrir. Por mi parte, me puse a pensar si realmente quería esa relación o sólo tenía miedo de regresar a mi casa. Entendí que quería estar bien con mi pareja, pero para ello tendría que poner mucho de mi parte…
Lo mejor es dejar el miedo de una vez
Obviamente me sentía muy mal y triste, incluso algo perdida. Lo que sucede es que con cada relación damos mucho de nosotras. Y en esta un poco más, pues estaba compartiendo mi día a día con mi pareja. Por eso, antes de estar bien con él, decidí estar bien conmigo. La primera cosa que tuve que hacer fue perdonarme de forma sincera. Entendí que por más malo que hubiera sido mi error, sólo fue eso y siempre habría una forma de remediarlo. No podría cambiarlo ni borrarlo, pero sí resarcir una parte del daño hecho.
Y si se termina realmente
Ahora sé que si la relación termina volveré a mi casa o intentaré vivir sola. Ninguna de las dos opciones es mala o incómoda. Mis errores no me hacen buena o mala, sólo humana. Por ello no tendré problemas en irme, tal vez dudas y mucha emoción por comenzar algo nuevo…
¿Tú qué harías?