Cuando estás en una relación amorosa tienes la idea de que el amor será otorgado por las dos partes de manera equitativa. Sin embargo, ¿qué pasa si eso no sucede y para sentirte querida mendigas ese cariño? ¿Crees que estaría bien que permanecieras en una relación así?
El amor no se mendiga
Debes saber que cuando estás bien emocionalmente, sabes que no necesitas mendigar amor a nadie para sentirte amada y aceptada por otro. Cuando mendigas un sentimiento de afecto a alguien más, lo haces por falta de dignidad y respeto a ti misma. Recuerda que el amor es maravilloso y además de sentirse se demuestra. Lo único que deseas es el bienestar de la otra persona, evitándole cualquier dolor. Sin embargo, para que eso sea posible, debes empezar por cuidarte a ti, para que así puedas demostrar que sabes amar.
El amor más importante es el amor propio
Puede sonar muy egoísta esta idea, pero es completamente cierta. Recuerda que nadie puede ofrecer lo que no tiene. Si no te amas a ti misma, no puedes ofrecer amor a nadie más. Como ser humano eres capaz de superarte a ti misma y no permitir que nadie te haga daño. De esta manera evitas caer en la manipulación, maltrato o victimización.
La indiferencia mata cualquier sentimiento puro
El amor se demuestra, no se mendiga. Cuando lo haces, sometes tu capacidad de amar a la indiferencia. Ésta vive del desequilibrio que existe en una relación y se sostiene gracias a la debilidad. Justo en ese momento te das cuenta de que no todo amor es verdadero. Que no toda persona que recibe sabe dar. Para ser feliz en pareja necesitas un cómplice en todos los aspectos y no sólo en los que les convenga a ambas partes.
El amor verdadero inicia contigo misma y de ahí podrás saber lo que mereces y lo que no.
