Cuando encuentras a la persona correcta, no necesitas señales… simplemente lo sabes

En el camino de nuestra vida, conoceremos a muchas personas y de entre todas esas, habrá varias que creeremos son la persona correcta. En el momento puede que lo sean, pues aunque nos hagan daño o no sean lo que esperábamos, irán dejando aprendizajes en nuestra vida. Todo esto sirve para que vayamos reduciendo nuestra lista, por así decirlo. Ya sabes, una lista de lo que permites o lo que no, de lo que estarías dispuesta a hacer y lo que no. Entonces llega un punto en el que luego de varias pizotadas y varios revolcones de la vida, ahora sí llega esa persona. Tal vez te preguntes cómo vas a saber que justo esa persona es la correcta. Te contaré cómo.

No es complicado saberlo

Muchas veces pensamos que la persona correcta es esa que nos hace sentir mariposas en la panza o que cada vez que sabemos que vamos a ver, se nos acelera el corazón. No, no es así. Finalmente con todas las personas que te has relacionado, te ha pasado algo así. Más bien se trata de esas pequeñeces que creemos que no tienen valor alguno, pero claro que lo tienen. Si eres atenta, te darás cuenta que esas “pequeñeces” no las vives con todas esas personas. 

Es la persona correcta si…

Sabrás que le has encontrado si te hace reír de la nada, sin motivo alguno. No porque te cuente un mal chiste o porque te tengas que reír por compromiso. No, es esa persona que siempre busca la forma de robarte una sonrisa, porque le gusta verte feliz. Se trata de quien te llena de halagos y cursilerías sin pena. No le importará si los vecinos, tu familia o la suya los ven. Te das cuenta porque con esa persona no temes mostrarte tal cual eres, no tienes miedo ni desconfianza, sino todo lo contrario. 

No te aferres a un mal amor

Como dije, para poder llegar a la persona correcta, tendremos que pasar por malas experiencias. De hecho, muchas veces querremos aferrarnos a personas que no nos hacen ningún bien, sino todo lo contrario. Créeme, si esa persona con la que estás no tiene tiempo para ti, no eres su prioridad o siempre tiene pretextos o excusas para verte; no vale la pena. Si es alguien que no te valora, no se siente orgulloso de ti, no te apoya o no te deja florecer, sin duda es alguien que debes alejar de tu vida. Deja de aceptar estar con cualquiera sólo por miedo a que no llegue alguien más. Deja de temer quedarte sola, a veces eso es necesario para que aprendamos a valorarnos y darnos cuenta de todo lo que merecemos. 

Cuesta confiar

Es normal que luego de tantas heridas y batallas perdidas, el miedo de triunfar nos invada. Por ahí bien lo dicen, si tienes miedo, hazlo con miedo. Se trata de seguir viviendo, no de dejar de hacerlo sólo por temor a salir lastimada. Nos guste o no, de eso se trata la vida, de vivir y las cicatrices que tengamos nos recordarán todas esas batallas que tuvimos que pelear para ser quienes somos ahora.