No escogemos a nuestra familia, así que tampoco estamos obligadas a quererlos a todos. Hablo de la familia extendida, desde luego. Entonces ¿qué podemos hacer cuando algún pariente nos cae mal y debemos coincidir en el mismo espacio 500 veces?
Consejos para cuando algún familiar te cae mal
Si tienes un familiar que ya no soportas, no te preocupes, no tienes que hacerlo más. La familia lo es todo en muchas ocasiones y entonces se ve mal que uno no ame a todos por igual, ¡pero eso es imposible! Tú no escogiste nacer en esa familia ni tener esos tíos molestos o primos insoportables. ¿Por qué tenemos que aguantarlos? ¡No queremooos!
La prima “amigable”
Hay un familiar típico (puede ser una prima) que en esas reuniones se acerca a ti para hacer mancuerna, pero no es para nada tu tipo. Sí, o sea, ya lo intentaste y no tiene un tema de conversación interesante, tampoco un buen sentido del humor y tú quieres salir corriendo pero no puedes, así que sólo respiras profundo. Si en serio ya no puedes estar ahí un segundo más, pon un pretexto para irte. Tendrás que hacer evidente que fue un pretexto para que ya no se te acerque (se te pegue) en lo sucesivo. ¿Es un consejo muy mala onda? ¿Qué prefieres: aguantarla, decirle que ya no la soportas o seguir mi consejo (jijiji)?
El abusivo
Otro personaje que seguramente tampoco soportas es el abusivo. El clásico bully del salón de clases y fuera de él que cree que lo que hace es gracioso, pero que en realidad cruza por mucho esa línea entre lo cómico y la falta de educación básica. A él no hay más que ponerle un alto. Estas conductas son inaceptables y tú como familiar puedes decirle lo que piensas. No tienes que evidenciarlo, pero en privado puedes decirle prudentemente que no te pareció lo que hizo. Si ya le han dicho y sigue siendo el mismo, entonces sí ponlo en evidencia y di “¡basta!”. Pues, ¿quién se cree?
El chistosito
Bueno, hay otro más noble que ahora hasta me da ternura hablar de él después del bully aquél. Éste es insoportable porque siempre quiere contar chistes y hacernos reír a todos, Sin embargo, en realidad es cansado y a algunas personas nos molestan los protagonistas. Pues aquí no tienes mucho qué hacer, vuelve a respirar profundo o ríete de que no te da risa (jajaja), ¿no? ¡Aplaude! Pide sarcásticamente otro chiste. A lo mejor así entiende que ya es suficiente. Si no, siempre puedes sacar tu celular en última instancia y distraerte en otra cosa.
La tía que cuestiona tu vida
¡Híjole! Ésta es de las peorcitas. Puede ser la abuelita, solo que a ella sí que la amamos y aunque queramos refutarle algo, nos quedamos calladas a pesar de que por dentro nos volvamos locas. Cuando es una tía que casi ni ves, ¡pfff! Hasta quieres ahorcarla y gritar: “¡Déjame en paz, es mi vida =$%&)=”$(%=!”. Bueno, no es necesario, con un par de palabras educadas puedes mandarla al diablo (¡ups!). Por ejemplo: “Tía, somos generaciones diferentes y pensamos super distinto. Respeto tu opinión, pero no esperes que la comparta. Así que… ¿qué tal si le paramos aquí a la discusión?”.
¡Ay! Hasta me estresé un poquito de acordarme de estas personas. ¿Tú cómo le haces en estas situaciones? ¿Crees que debemos soportar a nuestros parientes?
Por cierto, las suegras son tema aparte, ¿eh?
