Cosas que sólo aprendes conviviendo con puras mujeres

Cuando le cuento a las personas que mi vida está rodeada prácticamente de puros grupos de mujeres, muchos me preguntan: “¿Y cómo aguantas?”. Sinceramente no fue sencillo al principio. No obstante, te puedo asegurar que he podido sacar lo mejor de estas experiencias.

Se apoyan unas a otras

¡Wow! No existe otra expresión para este acontecimiento que podría parecer casi divino. He comprobado que cuando un grupo de mujeres deja de ponerse el pie la una a la otra, encuentras un grupo de apoyo que te permite aprender y crecer. Es fabuloso encontrar un grupo de mujeres dispuestas a dar la mano y a ayudar a las demás.

Siempre aprendes algo 

Todas las mujeres somos diferentes. Algunas nos caen bien, otras no tanto, pero sin duda siempre hay algo que rescatar de las demás. Cuando convives con tantas mujeres es indispensable fijarte más en lo positivo que en lo negativo. Creo que esta es una valiosa lección porque las mujeres podemos ser muy malas cuando así lo queremos.

El respeto es importante

 En especial cuando convives con personas que tienen la misma cantidad de hormonas que tú. Si algo he aprendido de convivir con tantas mujeres es que para llevar la fiesta en paz, debes ser super respetuosa con todas, así no te caigan muy bien. Siendo una mujer neutral, pasas inadvertida por las chicas malintencionadas (siempre hay alguna).

A veces es mejor solo escuchar y reservarte tus comentarios

Somos mujeres, así que nos gusta ser escuchadas, contamos nuestros problemas para sacarlos no precisamente buscando un consejo. Nunca de los nunca asumas que una mujer esta buscando un consejo cuando te está contando algo de su vida privada. Solo recuerda que escucharla siempre será un alivio para ella.

Nunca le sigas la corriente a un mujer herida

Hay de mujeres a mujeres, y cuando tratas con las que aman hacerse las víctimas puedes tener muchos dolores de cabeza. Antes de que esta personita acabe por colmar tu paciencia, córtala de tajo. Siempre es mejor no seguirle la corriente a las mujeres heridas o negativas, ya que si lo haces quizá regresen más de tres veces a contarte sus problemas.

Mantener la distancia cuando es necesario

A ninguna mujer le gusta que le digan que exagera, pues cada una tiene su forma de ser y actuar. Para tener la paz que se necesita entre la relación de mujer a mujer, es mejor que no compares tu situación con la de las demás. Trata de ser comprensiva y en todo caso mantén la distancia. A veces las hormonas nos juegan malas bromas. El día que tus compañeras o amigas no estén en un buen mood dales espacio.

La sincronización ¡sí existe!

Es natural, cuando te llevas bien con un grupo de mujeres los ciclos de menstruación se unen por alguna extraña razón.