Cosas que creíamos de niños, ¡pfff! que tiempos

Cuántas cosas no creíamos de niños. La verdad hay que reconocer que esa etapa fue muy linda. En estos días en los que pasamos más tiempo con nosotros mismos, he recordado muchas cosas de mi niñez. Me dio nostalgia y decidí hablarle a mis primos, mis hermanos y algunos amigos con quienes conviví desde pequeña. Recordamos tantas cosas que la verdad me dieron ganas de escribir sobre ello.

Que el coco iba salir por debajo de la cama

Cuántos de nosotros no creíamos de niños que existía un ser maligno que vivía debajo de nuestras camas. Nuestras mamás, cada vez que no queríamos obedecer o no queríamos irnos a dormir temprano, nos decían que el coco saldría por nosotras. La verdad es que durante varios años corría a mi cama para que no me jalaran los pies. ¿Te pasó?

Que si eras una persona buena sólo te pasaban cosas buenas

Recuerdo que muchas veces pensé que por actuar haciendo el bien, siempre sería recompensada. Obvio no actuaba para que así fuera. Lo hacía porque me nace y porque eso me fue inculcado. Pero muchos de mis amigos si pensaban que por ser buenos siempre nos iba a ir bien y pues no. También nos pasan cosas malas que tal vez nos ayudan a equilibrar nuestro Ying-Yang, no crees.

Que las personas en la TV se metían en una caja 

Durante mucho tiempo pensé que las personas que salían en la televisión se metían en una enorme caja para que pudiera verlos. Además, cuando volteaban hacia enfrente, pensaba que me estaban viendo de manera directa. De verdad me daba miedo.

Que en los programas las personas corrían de un escenario a otro

Además de pensar que la gente se metía en enormes cajas, también muchos de nosotros pensábamos que los actores o conductores tenían que correr de un lado a otro para cambiar de escenario. ¡Ilusos!

En Santa, los Reyes Magos o el Hada de los Dientes

Muchos de nosotros crecimos con la ilusión de que los Reyes existían. Dejábamos nuestros dientes debajo de la almohada con mucha esperanza y duda sobre cómo llegaba el ratón o el hada hasta nuestra cama para llevarse nuestros dientes. 

Que si te tragabas una semilla de alguna fruta iba a crecer en tu panza

Recuerdo cuando uno de mis primos lloró mucho porque tenía miedo, se acababa de tragar una semilla de sandía y ya se imaginaba que la planta saldría por sus ojos, orejas y nariz. Ja, ja, ja, que divertido era eso.

Que ser adulto era mejor que ser niño

¡Pffff! Cuantos de nosotros no deseábamos crecer y convertirnos en adultos con casa, carro y trabajo. La realidad es completamente diferente y bueno, en muchas ocasiones desearíamos volver a ser niños en lugar de tener que lidiar con la adultez.