Si bien es cierto que somos seres muy complicados, los hombres no se han detenido el suficiente tiempo para conocernos mejor. Muchos afirman que no saben nunca lo que una mujer quiere. Puede que en ocasiones sea verdad, pero realmente complacernos no tiene tanta ciencia, si están dispuestos a aprender un poco más de nosotras…
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¿Cuántas veces les tendremos que repetir que no somos sus madres? Para recoger su ropa, limpiar toda la casa, darles de comer, sacar la basura… ¡la lista se vuelve interminable! Las tareas en casa se deben de dividir, es lo más importante para no desquiciar a una mujer. Por nuestra parte, también debemos aceptar la ayuda que se nos da y no volver flojos a nuestras parejas haciéndoles todo, es un dar- dar.
Detalles, detalles, D-E-T-A-L-L-E-S.
Cuando ya llevamos tiempo en pareja, las atenciones y los detalles se van haciendo cada vez menos frecuentes.
No pedimos un ramo de rosas cada semana o cenas románticas cada viernes, pero un detalle de vez en cuando es de las cosas que agradecemos que hagan por nosotras. Conserva la chispa en cualquier pareja.
El interés.
Nos encanta que nos tomen en cuenta, que nos pregunten cómo nos ha ido en el día y que noten si nos sentimos decaídas. O cuando nos hacemos un buen corte de cabello, o cuando nos maquillamos diferente, el interés es muy importante tanto para hombres como para mujeres.
El romanticismo.
Nos fascina que, de vez en cuando, nuestra pareja nos invite a cenar o nos dedique una canción, que haga algo espontáneo y lindo que conserve un poco de romanticismo en nuestra relación. Las mujeres sabemos que el tiempo hace de las suyas. Pero a ninguna de nosotras nos agrada la idea de vivir el resto de una relación sin que nuestra pareja haga algo por mantenernos contentas.
Odiamos a los hombres bebés.
Si las mujeres nos irrita algo en el mundo, es tener que cuidar a un infante adulto.
Es cierto que nos fascina consentir a nuestra pareja, pero no hay que pasarnos de la raya o terminaremos siendo unas ” mamás solteras”. Mujeres, ¡no caigamos en el papel de madre!
Confianza en protección.
A las mujeres nos gusta tener un pareja con la que nos sintamos protegidas, y cuidadas.
No es que lo necesitemos, es que da confianza.
Las mentiras.
No hay nada peor que las mentiras en una pareja y empeoran cuando nostras sabemos que lo hacen.
Recuerden que tenemos un sexto sentido para detectar las mentiras.
Paciencia en la cama.
Por lo general, nosotras tardamos más que lo hombres en alcanzar el orgasmo por lo que la paciencia y el interés de nuestra pareja en ayudarnos a llegar al clímax es un gran punto a favor de nuestra pareja.
Prioridades.
A las mujeres nos encanta ser más importantes que el fútbol o el Play Station, nos gusta ser la número 1 en sus vidas y con esto no queremos decir que tengan que basar todo su tiempo en nosotras. Cada uno debe tener una vida propia, pero saber que somos prioridad es necesario.
Falta de sexo.
A veces simplemente no tenemos ganas de tener relaciones.
Por algún problema de nuestro trabajo o simplemente porque estamos exhaustas, esto no significa que estemos engañando a nadie.
El tiempo fuera.
Todos necesitamos un respiro de nuestra vida diaria, así que hay veces que nos encontramos alejadas de todo. Es del todo normal, no hay que hacer un drama al respecto. Sólo necesitamos un tiempo fuera de todas nuestras preocupaciones.
Que pierdan la caballerosidad.
Que nos abran la puerta del coche, nos ofrezcan una silla, que se bajen del coche cuando llegan por nosotras y nos abran la puerta de la casa. Todos estos detalles nunca se deben de desaparecer, aunque seas una mujer muy independiente no dejes que tu pareja se vuelva floja, es un signo de respeto que ya no se muestra mucho hoy en día.
Que estén al pendiente del celular todo el tiempo.
Hay que dejar a un lado los aparatos electrónicos para poder tener una buena comunicación.
Háganlo por la salud de ambos, no tener celular en la mesa puede ser una grandiosa forma de aumentar su intimidad.
Hay ocasiones en que esperamos una llamada o hay pendientes que resolver,
Respeto.
¡Sin groserías! Aunque la discusión esté pasando a un cataclismo, el respeto es lo más importante en cualquier relación.
