Todo ser humano experimenta el enojo en su vida, la cuestión es que a veces no sabemos cómo controlarlo. Hacerlo es fundamental para que lleves en santa paz todas las relaciones en tu entorno. Recuerda que el enojo también daña tu salud. Aquí te explicamos algunas tácticas con las que lograrás calmarte antes de cometer un error del que te arrepientas después.
Aprende a controlar tu enojo
Cuando dominas tu mal genio, ganas más de lo que crees. Por un lado no dices palabras de las que puedas arrepentirte. Además no dañarás tu salud.
La relajación es fundamental
- Respira profundamente para lograr relajar tu cuerpo al máximo.
- Decide tomar la situación con calma antes de que empieces a enfurecer.
- El yoga es un buen apoyo para lograr la mejor relajación física y mental.
Cambia tu manera de pensar
Cuando estás enojada tiendes a decir palabras hirientes, maldices e insultas a la otra persona y eso solo causa resentimiento. Además, hará que el problema se vuelva más grande. Procura guardar la calma antes de hablar y enfoca tus pensamientos en ideas razonables. Cuida tus palabras y evita decir “nunca” o “siempre” a la otra persona. Decir estas palabras hacen sentir a la otra persona culpable y se entiende que la situación no puede resolverse.
Mejoren su comunicación
El enojo nos hace deducir y sacar conclusiones, muchas veces de manera equivocada. Debes tranquilizarte antes de abrir la boca, porque como dije antes, puedes decir algo de lo que te arrepientas después. También debes escuchar a la otra persona para que así sepas cuál es su argumento y puedan llegar a un acuerdo. Una comunicación franca es indispensable.
Controlar tu enojo es necesario si deseas llevar una vida de paz y armonía. El enojo no te llevará a nada bueno, así que toma cartas en el asunto para que no afecte tu vida.