Cómo superar el miedo a la soledad cuando estás soltera

Hay muchas mujeres solteras que lo disfrutan al máximo, pero para muchas otras no. Por el temor a la soledad estas chicas terminan teniendo cualquier tipo de relación. A veces incluso terminan en una relación tóxica, dependiente o violenta. ¡Es momento de superarlo! No hay nada mejor que disfrutar de la soltería como se debe. Así que aquí te digo cómo superar el miedo a la soledad cuando estás soltera.

Hay que cambiar la percepción

Lo primero que es preciso entender es que estar soltera no significa estar sola. Siempre habrá amigos, familia, amantes, vida social y lo más importante: siempre te tendrás a ti misma. Y no me importa que suene a curso de superación personal porque es cierto: el error más grande es olvidarnos de nosotras mismas. Cuando aprendes lo bien que se siente estar contigo misma, todo cambia. Tanto, que probablemente tendrás filas de pretendientes. Inténtalo, sal sola a tu restaurante favorito, vete de viaje o a tomar algo; te sorprenderás de lo bien que se siente e incluso, que puedas conocer gente nueva.

Es cuestión de autoestima

Suena muy bonito, pero la realidad es que disfrutar estar contigo misma es todo un proceso. Y es que son muchos factores los que influyen, como el miedo al qué dirán. ¡Pues que no te importe! Pasártela bien contigo misma va de la mano de tu autoestima. Cuando te amas y sabes que eres lo mejor, aprendes a disfrutar lo que te rodea, estés o no acompañada. Y lo mejor, entiendes que sólo tú decides. Y ese, querida, ¡es el poder de la soltería! Que puedas decidir absolutamente todo por ti y para ti. A dónde quieres ir, con quién y cuándo. ¿Ves? Finalmente la soltería no suena nada mal, ¿no?

Cuando estás plena, llueven los galanes

La mejor parte es que cuando estás plena y satisfecha, solitos llegan los galanes. Es como un radar para ellos y la mejor noticia de todas es que para este punto ya te conocerás tan bien que no le dirás que sí al primero que pase. Sabrás perfecto elegir con el que más cómoda te sientas y con quién puedas compartir lo que tú quieras. ¡Yeih, adiós miedo a la soledad!