Cómo saber si estás conviviendo contigo misma de forma sana

Las mujeres solemos ser muy duras con nosotras mismas, en diversos aspectos siempre nos exigimos demasiado. Para algunas es normal, pues siempre buscamos la forma de mejorar. No obstante, para todo hay maneras y límites. En este sentido es necesario tener una buena relación con nosotras: valorarnos, respetarnos y amarnos. Sólo de ese modo tendremos la mejor relación de nuestra vida con nosotras mismas. Pero, cómo saber si tenemos una autoestima alta

Te sientes plena en diversos aspectos

Tal vez haya ciertas cosas en las que quieres mejorar. No obstante, en diversos aspectos, como el trabajo, tus relaciones sociales o familiares. No obstante, te sientes contenta con lo que has hecho y estás emocionada por las cosas que vas a mejorar o aprender. Si no es así, es momento de que busques alternativas para sentirte mejor o, por lo menos, más desarrollada.

Amas tu cuerpo y no caes en estereotipos

Todas absolutamente todas tenemos imperfecciones, pero eso no implica que tu cuerpo sea feo o poco estético. En este sentido entendemos que nuestro cuerpo es una extensión de nuestro ser y mientras esté sano, nosotras podemos realizar distintas actividades. Por ello lo cuidas alimentándote bien, haciendo ejercicio y cuidando tu piel. Además, los estereotipos de belleza no te vienen ni te van porque no necesitas ser o verte como otra persona para estar bien.

No aceptas a personas inadecuadas en tu vida

Sabes bien lo que quieres y lo que no quieres en tu vida, por ello no aceptas a personas inadecuadas. No importa si se trata de tus familiares, amigos o incluso de tu pareja. Sabes que es más importante tu estabilidad emocional y física que la compañía de alguien que sólo trae problemas a tu vida.

Cómo saber si eres buena contigo, trabajas en tu crecimiento personal

No sólo te enfocas en tu crecimiento profesional o académico, también en estar bien emocional e intelectualmente. En este sentido siempre buscas la forma de mejorar y sentirte realizada. Sin embargo, respetas tu ritmo y no te exiges más de lo debido, pues entiendes que todo es un proceso que debes vivir de forma adecuada.