Cómo estimularse en pareja

Explorar tu propio cuerpo o el de tu pareja es uno de los principales formas de estimulación en la intimidad. Conocer la respuesta a la estimulación mutua es un paso esencial para tener una relación íntima placentera. Y ya sabemos que un encuentro íntimo pleno es el complemento ideal del amor. Saber cómo estimularse en pareja es básico para mantener encendida la llama de la pasión. 

giphy (13)

Estimularse es un acto muy noble

giphy (16)

Autocomplacerse es uno de los actos más desinteresados que pueda existir. Tocar nuestro cuerpo o el de la pareja nos hace permanecer en el aquí y ahora, siendo conscientes de las emociones y sensaciones que se presentan. Ante todo, la estimulación entre dos implica tener su propio control, y asumir que el placer es mutuo y juntos deciden cuándo, dónde y cómo lo harán.

giphy (15)

Al hacerlo, las parejas se van aceptando y reconociendo. Se tocan, observan, exploran y se conocen realmente, pues ya no hay nada que esconder.

Aceptación personal

Gracias a la masturbación, aceptas tu cuerpo y el de tu pareja. Comienzan a amarse a partir del autoestima que han construido desde el ámbito sexual.

giphy (17)

Estimularse, abre la mentes y despierta nuevas sensaciones en el cuerpo. Es más que solo sexo, es un acto lleno de amor y creatividad. Es amar por encima de todo a un ser diferente y a uno mismo, compartiendo la energía positiva. Entonces para lograrlo, una sugerencia es que tomen turno para que primero uno estimule al otro, y después cambien. Pueden ir alternando hasta llegar al clímax. O si quieren, pueden intentar alcanzarlo juntos o permitir que uno lo alcance primero y después el otro. Aquí ustedes deciden lo que mejor les acomoda. Otra idea es ser claros en cuanto a sus preferencias. Si no te gusta que te toquen las orejas, dilo. Así evitan malentendidos. Si no sabes con certeza qué le gusta a tu pareja, pregúntale. De este modo sabrás cómo estimularlo; qué zonas de su cuerpo besar y cuáles acariciar. Donde aplicar presión y donde solo rozar con la punta de los dedos. 

Conocer el cuerpo de tu pareja y su respuesta a tus caricias crea una sensación de complicidad que afianza el lazo entre ambos. ¿Qué tal si lo pruebas?