Manejar la frustración no es un asunto sencillo, de hecho, nosotros como adultos muchas veces no tenemos idea de cómo lidiar con ella. Eso sucede porque desde pequeños no nos dieron las bases necesarias para hacerlo. Si de verdad quieres que tus hijos crezcan de la mejor manera y puedan enfrentar la frustración en cualquier momento, hay una serie de cosas que puedes llevar a cabo.
Valora el esfuerzo que hagan
Si pides a tus hijos que te ayuden en casa a hacer algo, no te enojes por la forma en que lo hagan. En caso de que no lo hagan como tú quieres, piensa que están brindando su ayuda y eso es muy valioso. Sino mejor hazlo tú pero no te quejes por ello. Es importante que les pidas cosas que puedan hacer de acuerdo a sus posibilidades.
No exijas un resultado específico
Como dije, si quieres que las cosas salgan como tú las haces, en ese caso mejor hazlo tú. Cada quien hace las cosas a su manera y eso también es válido.
Que tengan objetivos realistas
Cuando tengan el deseo de lograr algo, ayúdales a centrar sus ideas y ver que éstas sean lo más realistas posibles. No pueden tener ideas que jamás puedan consolidar porque son muy fantasiosas.
Enséñales que pedir ayuda no es malo
Es bueno aprender a hacer las cosas por uno mismo, pero hay veces en que tener un poco de ayuda resulta mejor. No les hagas creer a tus hijos que pedir ayuda es malo o cosa de débiles, sino todo lo contrario. La ayuda puede hacer que el trabajo se realice mejor, en menos tiempo y además sirve para convivir con otros.
Y explícales cuándo deben pedirla
También debes enseñarles en qué momentos sí es necesario pedir ayuda y en qué momentos pueden actuar por su cuenta propia.
Las afirmaciones positivas siempre deben existir
Los niños recordarán todas esas cosas que les digas, así que asegúrate de darles palabras de aliento y motivación. Si sólo les das reclamos y quejas, créeme que su autoestima se irá por el suelo.
Busquen alternativas juntos
Cuando no encuentren una solución a la primera, busquen nuevas alternativas. Eso les hace comprender que no siempre habrá una sola solución y eso no significa el fin.