Es probable que hayas encontrado a alguien con quien compartir ciertos aspectos de tu vida. Sin embargo, no estás preparada o con ganas de formalizar la situación. Aún así, buscas que cada encuentro sea único y para eso debes tomar en cuenta ciertas posiciones que harán más apasionado el momento. Disfrutar en la intimidad puede ser sencillo.
¡Aprende a disfrutar en la intimidad!
Para hacer más amena una salida es necesario innovar, claro, eso siempre que desees mantener el fuego ardiendo. De lo contrario, puedes caer en la monotonía bajo tu propio riesgo.
¡Chuza!
Para esta posición de pie necesitarás bastante fuerza en las piernas, para poder aguantar el ajetreo. Dale la espalda a tu chico y coloca tus brazos por encima de tu cabeza. Él te penetrará por atrás mientras tú mantienes las piernas lo más juntas posible. Al estar en esta posición se garantiza una estimulación increíble en el punto G, además de que sientes su miembro de manera distinta.
Hoyo en uno
Puede que sean las posiciones que ya conoces, pero el hecho de cambiar el nombre es un paso para mostrarte misteriosa y divertida. Para esta posición necesitas sentarte encima de tu chico mientras él está recostado boca arriba. Deberás apoyarte en sus piernas y moverte de arriba a abajo sin que tu trasero lo toque. Gracias a esta postura controlará la profundidad de penetración y la velocidad.
De película
Vayan al cine a ver alguna peli erótica o romántica y deja que todo comience ahí. Hazle insinuaciones de manera discreta, tócalo por encima de la ropa y provoca sus ganas. Poco a poco irá subiendo la temperatura entre ustedes. Cuando lleguen a casa querrán quitarse la ropa de inmediato. Pueden optar por la postura del misionero, pero deja que tus piernas cuelguen en la orilla de la cama. Al momento de la penetración, comienza a hacer círculos con ellas, así se tensarán tus músculos y tendrás una nueva sensación.
¡Con estas posturas, cada encuentro será divertido!