Ser codependiente es cuando te aferras a una persona, amistad o relación tóxica. Quizá ha llegado a su término, pero te aferras tanto que sufres sin razón, solo porque quieres permanecer junto a la persona. Es difícil dejar ir, te apegas tanto que te lastimas sin darte cuenta. Estás consciente de que está mal lo que haces, pero lo evades para continuar junto a él y buscas cualquier medio para tener contacto. Es cierto, no existe ninguna píldora mágica para desaparecer el apego, pero con estos consejos dejarás ir a las personas. ¡Aprende!
Distingue el amor y la dependencia
Primero aprende a diferenciar el amor y el apego. El amor es un sentimiento de querer el bien para los demás. Deseas dar lo mejor de ti y crecer. La codependencia es el miedo, no puedes estar sin esa persona. Comienzas a limitarte creyendo que él es tu necesidad. No formes necesidad. Puedes vivir sin personas, tus emociones jamás deben depender de los demás. Tus emociones y pensamientos están bajo tu control. No cambies significados, aprende a no necesitar a las personas, también, distingue la indiferencia de la independencia. Ama sin indiferencia, pero ama siendo libre.
Te amo, pero no te necesito
Las medias naranjas no existen, tú eres una naranja completa. Sal de tu zona de confort, acepta la ruptura para no depender de las personas. Cuando una relación termina no significa que debas sufrir, tu decisión fue dejar ir y debes aceptarla. Trabaja en tu autoestima, ámate y créete capaz de conseguir cualquier cosa. Las personas seguras de sí mismas no son dependientes porque se creen capaces de lidiar con cualquier situación y superarla.
¡Sé valiente!
No termines relación y salgas en busca de otra. Es lo peor que puedes hacer. No necesitas sujetarte de alguien para disfrutar tu vida. Nadie más que tú tiene el control de tu felicidad. Si crees que esta depende de la presencia de otros, jamás dejarás de ser codependiente. Trabaja en ti, ¡eres capaz de todo!
¿Y tú de qué dependes? Cuéntanos.