Todo tiene un fin. Hasta las mejores relaciones de años pueden tener estos lapsus brutus en los que el sentimiento inicial ha cambiado radicalmente. Es normal y no tienes nada de que avergonzarte. Cuando la chispa está apagándose, solo hay dos opciones: o le haces saber a tu pareja lo que estás sintiendo para ver si pueden arreglarlo o es momento de dejarlo por la paz. Si ya no sientes lo mismo por él, es momento de actuar.
La rutina
Es como una peste que se mete sin que te des cuenta. De repente caemos en rutinas en las que ambas personas se sienten muy cómodas, hasta que llega el día en que te das cuenta que hace tres meses que no tienes contacto sexual con tu pareja. Sexo… sí, puede parecerte el foco rojo más insignificante. Para mí, ese fue el foco rojo tamaño espectacular. Fue después de tres meses de no tener sexo con mi pareja que comencé a darme cuenta cómo las cosas habían cambiado de rumbo. No es que mi pareja no me quisiera, pero pasamos de ser los mejores amantes a los mejores amigos.
Se perdió el sentimiento
Claro que amaba a mi pareja. Fueron muchos años a su lado sintiéndome amada y protegida. No obstante, cuando me di cuenta que la rutina se había colado en mi relación, ya era demasiado tarde. Los problemas rutinarios, sumados a la desconexión y una pizca de aburrimiento me orillaron a preguntarme qué hacía varada en la relación. Es algo que se siente. Él podrá seguir negándolo y tú también, pero en el fondo sabes que ya no sientes lo mismo por él. Lo peor del caso es que si no se lo comunicas, tu relación podría acabar.
Si ya estás harta o quieres seguir adelante
Un mismo camino reacciones diferentes. Al final, hablar sobre el tema va a desencadenar una reacción. La relación acaba o tienes la oportunidad de seguir tu camino y encontrar a alguien que te haga realmente feliz. Para mí no fue sencillo. Yo no sabía realmente cómo explicarle a mi pareja de años que ya no sentía una conexión romántica con él. Así que me atreví a poner las cartas sobre la mesa y espero que esto te ayude a ti a hacer algo.
Paso a paso
- Sé muy honesta con él. Evita las frases trilladas “no eres tú…”. Dile que desde hace un tiempo ya no sientes esta conexión y estás convencida de que ambos pueden seguir con el camino y encontrar algo mejor.
- Dale las gracias por el tiempo que has pasado a su lado y dile la verdad. Quizás en algún momento eran el uno para el otro, pero las cosas cambian con el tiempo y no todas las personas tienen que quedarse en tu vida.
- Si estás decidida a dejar la relación, no le des pie a la reconciliación. Dile que necesitas tomar otro camino y esperas que respete tu decisión y que él también siga adelante.
- Si lo que buscas es curar tu relación, exponle lo que sientes y deja que él te cuente lo que siente. Este es un buen primer paso, encuentren soluciones juntos. Y dense el tiempo para arreglar su lazo.
Es válido que ya no sientas lo mismo por él, no te culpes por ello. En una relación hay dos personas. Si en algún momento tu pareja ya no se merece que pelees por la relación o solo estás demasiado cansada para hacerlo, es completamente válido que tomes tus cositas y tu dignidad y cierres esa puerta.