Muchos hemos soñado con mandar todo a volar e irnos a refugiar a la playa. Ok, tal vez no hay que ser así de drásticas, pero quizá estés pensando en cambiar de trabajo. Razones hay varias: quieres empezar tu negocio propio, buscar un mejor puesto o simplemente porque ese trabajo ya no te llena. Cualquiera que sea el motivo, aquí te digo cómo decidir si ya es tiempo de dejar tu trabajo.
Haz una lista de pros y contras
En situaciones como esta, la típica lista de pros y contras es más útil de lo que crees. Siéntate en un lugar en el que puedas pensar sin que nadie te distraiga y en un momento en el que estés relajada. Divide una hoja en dos y anota todos los pros y contras en los que puedas pensar. Todos, no dejes nada de lado. Escribir lo que sientes es mucho más liberador de lo que te imaginas. Y al final, si los contras son más que los pros, ahí está tu respuesta.
¿Hay más oportunidades en tu trabajo actual?
Muchas veces queremos crecer y por eso pensamos en otro trabajo, pero lo cierto es que no forzosamente debe ser un cambio de empresa. Tal vez el cambio pueda ser interno; solo de puesto. Así que pregúntate: ¿ya levantaste la mano para decir que quieres crecer? ¿Te ves en un puesto con más responsabilidad ahí mismo? Ahora, si ya hiciste todo lo posible y ves que otros se han desarrollado en la empresa y a ti te dan largas… Entonces tal vez sea conveniente moverte a otra empresa, pues significa que tu carrera ahí ha llegado al tope.
Los valores de la empresa no van con los tuyos
¿Ubicas esa lista de valores que te ponen a estudiar cuando entras a una empresa? Bueno, pues no están ahí de gratis. Estos son los que rigen la forma de trabajo. El problema es cuando estos cambian y no van de acuerdo a los tuyos. Un trabajo es importante, pero si las formas en las que hacen las cosas no van de acuerdo a tus principios, mejor busca en otro lado donde no pongas en riesgo tu integridad. Si ya has tomado una decisión, recuerda no tomar acciones precipitadas. Antes de moverte elabora un plan.