Tener una cita a ciegas debe ser entre incómodo y emocionante, ¿no? Pensar que en una de esas puedes encontrar al amor de tu vida debe poner nervioso a cualquiera. ¿Qué puedes esperar de un encuentro así? Como experiencia, la idea, parece atractiva, y hasta diría que obligada si te pica la curiosidad. Así que te cuento cómo puede ser esta experiencia.
¿Funcionan las citas a ciegas?
Cita a ciegas… Ese momento en el que estás esperando a tu próximo pretendiente y mueres de nervios de emoción. También puede ser que estés escéptica y que te hayan arreglado esa cita casi a fuerza. Aunque no tanto, ¿verdad? Si no, no habrías aceptado al final. Les contaré mi experiencia. No la viví en carne propia, pero sí de muy cerca.
Mi mamá cupido
Resulta que mi mamá trabaja en un hospital. Ella es muy amable y camina por doquier saludando a la gente. Por lo mismo tiene muchos conocidos, una de ellas es Raquel. Raquel es enfermera del mismo hospital y era soltera. Mi tío, hermano de mi madre, también era soltero. Mi mamá consideró que debía presentarlos, así que lo comentó a ambos por separado. Los dos accedieron a la propuesta. Él es un gruñón, así que aceptó a regañadientes. Finalmente en una reunión familiar se conocieron. Y ¿qué creen?
Empezaron a salir
Quedaron ahí mismo para una segunda cita (en realidad sería la primera, porque con toda mi familia presente no contaba como tal). Mi tío era taxista, así que muy tiernamente le pidió a mi madre su auto. No es que nuestro auto fuera lujoso, ¡nada que ver! Solamente no quería ir por ella en un taxi. En fin… salieron una tras otra vez durante un año y medio. ¿Y después?
Eso fue todo…
¡Ah, verdad!
¡Se casaron!
Se comprometieron y se casaron rápidamente porque creían que “se les iba el tren”, pero no hagan caso de eso. Hubo boda en la que por cierto me pusieron a cantarles una de Rocío Durcal (¡me salió muy mal!). En serio, han construido un buen matrimonio de 10 añotes, con dificultades, como es normal pero van triunfando.
¿Cómo ven? No siempre tienen que ser un fracaso.
