Buenas razones para no casarte

Muchas creen en el matrimonio fervientemente. Otras no están tan seguras y algunas otras lo hacen porque es lo que les enseñaron o cómo les dijeron que la vida funcionaba. Creces, te casas, tienes hijos y tan tan. La realidad es que muchas mujeres piensan diferente y no están seguras si quieren casarse algún día. Otras saben que no quieren hacerlo. Cualquiera que sea tu caso, aquí te presentamos las mejores razones para decirle NO acasarte

Cosas por vivir

Cuando te casas, tu vida cambia. Tienes otras responsabilidades y otras metas, la mayoría en pareja. Aunque esto no significa que dejes a un lado las tuyas, sí habrá muchas cosas que ya no puedas hacer. Así que antes de casarte piensa en todo lo que te falta, como cursar una maestría o doctorado, viajar a países lejanos, vivir sola, aprender esa actividad que siempre te interesó, aprender otro idioma, enfiestarte como loca y la más importante: conocerte a ti misma al cien por ciento. Si ya te conoces completamente, entonces sabrás decidirle NO al matrimonio, o decirle SÍ, si eso es lo que quieres para ti.

Lugares de México a los que debes viajar sí o sí

No te gustan los roles de género

Si eres muy independiente y no te gustan los roles de género y no quieres llevar la típica vida que establece la sociedad, entonces lo más probable es que el matrimonio no sea para ti. Si tienes muchas metas y objetivos que van más allá de ser mamá y esposa, hazlo. Y ojo, esto no significa que tengas que hacerlo sola, claro que puede ser en compañía de una pareja, sólo que el matrimonio y tú, no se llevarían muy bien.

Si tu matrimonio no funcionó, no lo veas como un fracaso

El amor no dura para siempre

El amor es algo que se construye todos los días. No obstante, muchos matrimonios lo olvidan pues dan por sentado que siempre tendrán a su pareja. Y no sólo eso, la gente cambia. Incluso tú cambias y seguirás cambiando, así que quizá no siempre seas tan compatible con la persona que parecía ser el amor de tu vida. Además, puede que el amor de pareja no sea tu prioridad número uno. Pero el amor propio, sí.