¡Basta de niños!, quiero compartir mi vida con un hombre de verdad

Desde hace algunos años comencé a tener relaciones amorosas. Al principio no entendía muy bien en qué consistía una relación. Sólo me daba cuenta de que me gustaba pasar tiempo con alguien y eso era un motivo suficiente para disfrutar. Con el paso del tiempo entendí que las relaciones amorosas eran para compartir mi vida con alguien más.

La primera experiencia

 

En las primeras relaciones que tuve, aún era una adolescente. No había madurado por completo y veía la vida desde otra perspectiva, pues sabía que mis obligaciones eran diferentes a las de un adulto. El primer novio que tuve fue en la secundaria. Él era de mi edad y un gran amigo mío. Me encantaba estar con él y disfrutábamos muchas cosas juntos. Sin embargo, cuando había problemas, en vez de que cada uno asumiera su parte, él sólo buscaba la forma de deslindarse de cualquier responsabilidad.

Vivencias posteriores

Las relaciones que tuve después ya fueron durante el bachillerato. Durante esa época conocí a muchas personas, entre ellas a diferentes chicos que se acercaron a mí. Algunos mayores, otros de mi edad y algunos menores. Cuando se trataba de formar una relación, opté por estar con chicos más grandes o de mi edad, pero jamás con alguien menor. Sabía que eso implicaba estar con alguien que no tendría ideas que fueran acordes a las mías. Lo más curioso es que jamás dejé que mi familia conociera a ninguno de mis novios. Sabía que quien fuera digno de eso, sería alguien con quien yo decidiera compartir mi vida.

Prueba de fuego

De entre todas esas parejas y chicos que conocí, me reencontré con alguien de mi pasado. Esa persona era alguien con quien había pasado momentos muy agradables durante mi adolescencia. Sinceramente fue alguien con quien jamás imaginé que podría tener una relación amorosa. Salimos algunos meses y después decidimos empezar una relación íntima. Decidí compartir mi vida con él porque me hacía sentir feliz y demostraba quererme. Por desgracia, con el paso del tiempo fui dándome cuenta de que el hombre con el que estaba era un niño.

Es complicado decidir con quién compartir mi vida

Estuve con esta persona varios años y pensaba que todo era bueno entre nosotros. Conforme pasaban los días me daba cuenta de que no era así, hasta que todo terminó. Debo reconocer que en un principio fue complicado y pensaba que el mundo se venía abajo. Después comprendí que era mejor estar sola a estar con alguien que no me hacía feliz. Luego de esa experiencia, decidí pasar un tiempo en soledad para poder encontrarme. Había olvidado lo que valía y en ese momento empecé a recuperar mi fuerza.

¿Llegó?

Luego de unos años en soledad, se cruzó en mi camino alguien. No imaginé que podría llegar a llevarme tan bien con esa persona, pero así fue. Con el paso de los días, me di cuenta de lo que esa persona veía en mí y me hizo recordar lo que yo valía. Había olvidado muchas cosas de mí por las relaciones anteriores. En ese momento comprendí que había estado con puros niños y eso no aportaba nada bueno a mi vida. Ahora creo que estoy con alguien que es más que eso y me lo demuestra con cada una de sus acciones.