Siempre he sido una mujer celosa en distintos ámbitos y con diferentes personas. Sin embargo, he sabido comprender las causas de mis celos, por tanto, nunca me porté grosera o como una novia o amiga psycho cuando me sentía así. No obstante, las cosas se ponían un poco turbias cuando se trataba de la mejor amiga de mi novio. Durante mucho tiempo llegué a odiarla sin una razón concreta. Sólo sabía que mi pecho ardía cada vez que los veía juntos. Afortunadamente logré superar mis celos, pero no fue nada fácil…
Su bella amistad
Ello se conocieron durante la preparatoria y en poca semanas ya eran amigos inseparables. Además compartían música, hobbies, películas, amigos e, incluso, formas de ver y entender el mundo. Al inicio su amistad me pareció de lo más normal y hasta me agradaba. Como él y yo íbamos en escuelas y horarios distintos no podíamos vernos tanto como hubiésemos querido. Así mismo, conocíamos cosas, personas y situaciones muy diferentes y por ello a veces nos costaba trabajo entendernos. Por tanto, me gustaba que tuviera a alguien con quién compartir lo que el gustaba y prefería que conmigo conociera cosas diferentes. No obstante, comencé a ver actitudes raras que no iban con su personalidad. Poco a poco se convertía en alguien distinto que seguía sólo las opiniones de su mejor amiga…
Hay personas que se meten en cosas que no deberían
Debido a la lejanía que había entre nosotros y a la poca compatibilidad, siempre terminábamos peleando. Además, las cosas que a mí me gustaban a él parecían desagradarle. Por mi parte, trataba de involucrarme en sus gustos, mientras que él sólo pensaba en los suyos. Esta situación empeoró cuando escuchaba, veía o leía cosas que su amiga le había recomendado. En ocasiones, las dos le recomendamos lo mismo, pero él sólo lo veía cuando ella se lo decía. Eso creó en mi mente una mala idea acerca de esa amistad. Comencé a sentirme celosa y poco preciada. Cuando llegaba a salir con él y su grupo de amigos, veía que ellos dos se llevaban muy bien, reían y se contaban cosas. En pocas palabras, hablaban el mismo idioma. Eso ya no lo hacíamos nosotros; por si fuera poco, ella siempre opinaba acerca de nuestra relación de manera negativa.
Dejé de odiar cuando comprendí lo que sucedía en mí
La verdad es que sentirme así de celosa me robaba energía y me ponía triste. Sabía que estaba mal enojarme sólo porque mi novio tenía una amiga, pero también sabía que estaba mal la dirección que nuestra relación seguía. En ese momento reconocí lo que estaba mal conmigo: en vez de arreglar mis problemas en pareja, prefería ver cómo él tenía una mejor relación con alguien y enojarme por ello. Era obvio que si no nos llevábamos bien, cada uno prefiriera estar con quien sí se sentía a gusto. Por tanto, decidí hablar con él y dejar las cosas en claro, sólo así nuestra relación mejoró. Incluso, dejé de odiar a su mejor amiga. Cuando te suceda esto, haz lo siguiente.
- Identifica qué sientes cada vez que lo ves con su mejor amiga y trata de entender por qué.
- Recuerda que cada uno es un ser individual que necesita de sus amigos.
- Jamás te compares con su mejor amiga. Ella no es tu competencia ni trata de alejarte de tu novio, simplemente es su amiga.
- Antes de juzgarla, intenta conocerla. Créeme, te sorprenderá saber que pueden llevarse muy bien.
- Aprende a apreciar a las personas que realmente aman y apoyan a tu pareja.