Así aprendí a lidiar con mi pareja y evitar las discusiones en público

Las discusiones en público son uno de los problemas por los que la mayoría, si no es que todas las parejas, hemos pasado. Lo peor es cuando la pequeña discusión termina siendo un problema de incumbencia de todos los presentes. Es el peor oso que puedas pasar, o bueno, al menos así lo veo yo.

No todo es perfecto

Recuerdo que las primeras veces que salía con mi novio buscábamos que el momento fuera realmente lindo. No importaba si íbamos a un puesto de la calle a comer tacos, al cine o a un restaurante con mucho caché. Lo que nos interesaba era pasar un rato ameno. Obviamente, tratábamos de que no hubiera rencillas. Queríamos que todo saliera bien, pero eso fue cambiando con el tiempo.

Celos, enojo y mucho más

Lo que en un principio era un lecho de rosas, poco a poco se fue convirtiendo en enojo y peleas. La primera vez que nos enojamos fue en nuestra casa, así que no hubo tanto problema. Sin embargo, desde ese momento se desató una guerra interminable. Fue así hasta que llegó la primera pelea en público, la cual fue en un cine. Me quedé sola en la fila de la dulcería mientras mi novio iba al baño. Cuando me tocó pasar al mostrador, él aún no regresaba. Yo, como siempre, me dediqué a pedir lo que íbamos a comer. El chico que me atendió fue muy amable y en realidad no me tiró la onda ni nada parecido. Solo fue atento y me sonreía de vez en cuando. Cuando mi novio regresó empezó a hacer comentarios que obviamente iban dirigidos al empleado del cine. Yo no sabía qué hacer en ese momento, lo único que quería era desaparecer.

Discusiones en público

Luego de eso, llegaron otras peleas más, en donde la mayor parte del tiempo mi novio era quien terminaba enojándose. No voy a negar que en algunas ocasiones me dejé llevar por su comportamiento y yo también terminé peleando en público. Obvio, después de eso, lo único que quería era desaparecer del lugar en el que había pasado todo.

Cómo solucionar los problemas de pareja

La verdad me sentía muy mal por todo eso, pues jamás había llegado a ese extremo. No había dado espectáculos de esa magnitud en mi vida. Recuerdo que en alguna salida, antes de irnos a comer, hablamos respecto a ese círculo vicioso en el que estábamos entrando. Nos costó un poco de trabajo, pero logramos dejar de tener discusiones en público.

Tips

  • Lo más importante fue ser conscientes de lo que estaba pasando. Tanto él como yo nos sentíamos culpables y apenados por lo que sucedía.
  • Hablamos muchas veces sobre lo sucedido y comprendimos que para evitar eso debíamos confiar en el otro. Si no podíamos hacerlo, no tenía caso seguir juntos.
  • Como nos dimos cuenta de que nos queríamos mucho, optamos por guardar la calma ante cualquier altercado.
  • Si alguno de los dos se molestaba por algo, teníamos dos opciones: pedir un momento para que se pasara el enojo o comentar un poco lo que había causado la molestia para dar una solución inmediata. Dependiendo de nuestra molestia, sabíamos si podíamos hablar pronto o no.

Debo reconocer que al principio fue complicado, pero teníamos tantas ganas de estar juntos que lo logramos.

¿Tú has pasado por algo así?