Hay personas que apenas toman una decisión y ya están dudando si fue la correcta. ¿Es tu caso? Entonces, incluso puede ser que estés muy segura, pero con el paso de los días te das cuenta de que te equivocaste. Y esto ocurre en todos los ámbitos de tu vida: laboral, amoroso, social, inclusive en relación a tu salud. Aprende a tomar decisiones certeras, sé consciente de que necesitas y mereces estabilidad en todo momento. No es difícil, sólo necesitas adoptar ciertos hábitos para tu día a día.
Aprende a reconocer lo que quieres
Sin importar qué tan banal o importante sea la decisión que debes tomar, necesitas saber lo que quieres. Es cierto que a veces te encuentras en una encrucijada que te hace perder la razón. No obstante, siempre hay algo en nosotros que nos dice cuál es nuestro camino o, por lo menos, cómo queremos que sea. Por eso, al decidir, ten en mente qué es lo que quieres para tu vida, qué te proporciona bienestar y te hace crecer.
Piensa en ti
Como mujeres debemos aprender a pensar en nosotras antes que en alguien más. Culturalmente hemos sido educadas para desvivirnos por los otros, pues es lo que se espera de “una buena mujer”. Sin embargo, necesitas ser tu prioridad y tu centro en todos los aspectos. Cuando piensas en lo que te hace bien y te hace crecer en diversos aspectos, eres una persona plena. En consecuencia, cuando quieras compartir tu vida con alguien podrás hacerlo desde la plenitud, así aportarás cosas positivas a su vida.
Mide las consecuencias de tus hábitos
Otra cosa que debes tener en cuenta al momento de decidir es pensar en las consecuencias. A veces somos muy impulsivos y hacemos las cosas sin pensar. Luego afrontamos situaciones que no deberíamos, aunque algunas veces tenemos buena suerte y no pasa nada. Para evitarlo, siempre piensa en las posibles consecuencias de tus actos y en si eres capaz de afrontarlos y vivir con ellos.