A veces la vida te enseña de la peor manera que tienes una segunda oportunidad

¿Nunca te ha pasado que vives una experiencia similar, pero cada vez más dura? Por ejemplo, mi abuela se enfermó hace tiempo de bronquitis. El médico le indicó que tuviera reposo absoluto por al menos 3 semanas. Ella, en su desesperación y ansiedad de que nadie hace las cosas como ella, no aguantó las 3 semanas en cama. A los dos días ya andaba de pie haciendo todo, como si nadie pudiera ayudar según ella. Luego de unos meses, en la calle se cayó y se lastimó un brazo de tal modo que tuvieron que inmobilizarla. ¿Qué pasó después de eso? Exacto, a los pocos días, cuando el dolor había disminuído ya andaba de arriba para abajo. Ya eran dos señales de que tenía que bajarle a su ansiedad y su controlitos. Por desgracia no lo entendió hasta que pasó de la peor manera: se volvió a caer y se fracturó la cadera. Ahora quiera o no debe estar en completo reposo.

¿Coincidencia?

Tal vez a tu parecer podría parecer que mi abuela sólo tiene mala suerte, o que es muy distraída. Yo lo veo como una metáfora de lo que puede pasar en tu vida. Tienes una señal o experiencia, si no prestas atención en el momento, pasará una vez más y así seguirá hasta que te des cuenta de lo que necesitas cambiar. Hay momentos en los que las señales no llegan de manera directa a ti, pero eso no quiere decir que no aproveches esa luz en tu camino para guiarte hacia un mejor lugar.

Aprovecha y vive

Ahora sé que no hay que esperar a que la vida nos demuestre de la peor manera que se nos están acabando las oportunidades de mejorar. Vive y deja vivir a los demás. Si lo haces tendrás una vida plena en todos los sentidos y esa será la mayor satisfacción que te llevarás contigo. Olvídate de aferrarte a las cosas, no te llevarás nada de eso a la tumba. Contigo sólo se irá todo lo que hayas disfrutado, lo que hayas amado y lo que hayas vivido. ¿Qué quieres llevarte contigo?