Nos dejamos llevar por los cuentos de hadas, las películas Hollywoodenses y las telenovelas. No hay nada más alejado del amor que eso. Claro que hay un poco de similitudes, pero las demás son porque las reproducimos, no porque deban ser así. Entonces basta de todo eso que solamente nos hace sufrir y no nos deja encontrar el verdadero amor. Así que mira estas mentiras sobre el amor que debemos dejar de esperar y reproducir, ¡ya, por favor!
1. La media naranja
Según estas historias sobre las almas gemelas, que tienen un origen platónico, somos seres incompletos en búsqueda eterna de nuestra otra mitad. Esto nos hace frustrarnos por no encontrarla, incluso cuando tenemos pareja. Cuando algo no nos checa, nos hace pensar que no es nuestra “otra mitad”. Además, nos sentimos inseguras porque “nos hace falta algo” y estamos en eterna tristeza también. Bueno, esto no es así, somos autosuficientes todos y no hay una persona completamente perfecta que sea nuestra “media naranja”.
2. Amar es sufrir
Amar no es sufrir, no, nunca. Para tener una relación linda y estable es necesario esforzarse. Ambas partes deben hacer cierto trabajo para que la relación rinda frutos, pero no necesariamente debe doler. Si bien es cierto que al amar uno puede llegar a sufrir por algo extraordinario que pueda pasar, pero no al revés. No es cierto que por estar sufriendo estamos amando. Si estás sufriendo, ¡sal de ahí!, definitivamente él no es tu media naranja (jaja).
3. Le perteneces a tu pareja y él a ti
Puedes decir “es mi novio”, así como dices “es mi amiga” o “es mi mamá”, pero eso no significa que sea tuya su persona. Lo mismo al revés, no nos dejemos manipular por ese “eres mía, ¿por qué lo hiciste?”, y mucho menos seducir con ese “soy tu dueño” que parece que nos encanta. Seamos libres, en la medida que nos demos libertad, la relación será mucho más madura y respetuosa que cuando no lo es.
4. Amor eterno
También nos han enseñado que debemos buscar a quien quiera casarse con nosotras para vivir un amor eterno, ¿no? Suena fabuloso para muchas personas, pero para otras no. Simplemente no todas creen en el amor eterno y no por eso están amargadas. Tanto hombres como mujeres creen que el amor puede acabar y no es ningún drama para ellos. Así que pensemos en una pareja como alguien que queremos que nos acompañe en la vida, con quien queremos compartirlo todo. Eso está bien, pero no lo hagamos por miedo a quedarnos solas o porque “así debe ser”.
5. No son uno solo
Recordemos que somos seres individuales con criterio propio y que el hecho de tener una pareja no nos hace dependientes ni incapaces de decidir. Podemos consultar con nuestra pareja algo que nos aqueje, pero eso no significa que decidiremos lo que él nos dice. Seguimos siendo libres y sobre todo individuos. Dejemos de unificar todo como las amistades y los gustos. Seamos un equipo pero sigamos siendo auténticos.
6. El amor todo lo puede
Esto no es cierto, algunas personas son motivadas por agentes muy distintos al amor. Amar puede motivarte a luchar por esa persona y solucionar problemas con ella, pero de amor no se vive. Hay gente que ama mucho, pero simplemente no puede lidiar con ciertas cosas. Así que no esperes que él haga lo que tú, porque todos amamos diferente y eso no significa que no amemos. El amor, definitivamente, no lo puede todo.
7. Amor es lo único importante
Dejemos de sentirnos importantes o valiosas al mirarnos con los ojos masculinos. Si no tenemos una pareja ¡qué importa! Si tú no te sientes a gusto contigo misma, ¿cómo esperas que alguien más te aprecie? Y cuando alguien te busca, tú te niegas o no lo crees posible. Si alguien ya no quiere salir contigo, te crees insuficiente. ¡Basta! Tener una pareja no es lo más relevante de la vida. Somos mujeres fuertes y autosuficientes, tenemos mil cosas por las que debemos sentirnos plenas. Así que olvidemos eso, ¿va? Nos han metido tanto en la cabeza la idea del amor perfecto, que creemos que así debe ser, pero para nada es así.
8. Amar sin esperar nada a cambio
“Cuando se ama, no se espera nada a cambio”… No, no y no. Todos somos egoístas, aunque no nos den mucho, es cierto que a veces no razonamos bien y no nos importa y seguimos dando, pero llega un punto en el que eso termina. Además eso no se llama amor, sino obsesión. Cuando amas de verdad, te amas a ti mismo y sabes que no te hará bien no recibir nada. Es inteligencia emocional y el amor verdadero debe ser inteligente también.
9. No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde
Bueno, sí y no. A veces dejamos a una persona y nos damos cuenta de que era un buen partido y lo arruinamos. También pasa que nos damos cuenta de que dejarlo fue lo mejor que pudimos haber hecho. Además, que fuera un buen partido no significa que fuera la persona ideal para ti. Por otra parte, ellos también se van y “se dan cuenta de que nos quieren”, vuelven y de nuevo lo arruinan. Así que no creo que “sepamos lo que perdemos”.
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