Cuando estás esperando un bebé, todo es lindo y “perfecto”. Eso cambia cuando ya tienes a tu bebé en manos, pues habrá veces en que el miedo se apodere de ti. Toda mamá primeriza agradecerá estos consejos que muchas veces nadie nos dice. Yo, con la experiencia que tengo, puedo compartirte lo siguiente.
No compres demasiada ropa
Es normal que cada vez que vas de compras veas ropita de bebé y quieras llevar toda a casa. Detente, no lo hagas, tu bebé no necesita tanta ropa. Al principio usará poco tiempo la ropa, pues los bebés crecen muy rápido. Compra sólo algunas prendas para que puedas cambiarlo. Ya que llegue a una edad en la que se “estanque” por un tiempo su estatura, entonces sí podrás comprarle más prendas. Lo mismo aplica para los zapatos.
Acepta toda la ayuda posible
Como nuevas mamás, a veces nos gana el orgullo de decir “yo puedo con todo”. Toda mamá primeriza necesita toda la ayuda posible. Habrá veces que sienta que no puede ni siquiera con su bebé. Así que no te dé pena de decir: “¡auxilio” en algún momento.
Duerme cada vez que tu bebé duerma
Si no duermes lo suficiente mientras tu bebé es pequeño, nunca más podrás hacerlo. Aprovecha cada momento que tu bebé duerma para que tú también descanses.
Muévete
Sin importar si tuviste parto natural o cesárea, no dejes de moverte. Camina todo el tiempo que puedas, eso te ayudará a recuperarte más pronto. Además, te sirve como distracción y antídoto ante la depresión posparto.
No comas demasiado
Al darle pecho a tu bebé, te confías de ver que tu figura se mantiene increíble. No te confíes, porque tu cuerpo puede hacer de las suyas y darte sorpresitas poco agradables.
Evita comprar tantos juguetes y accesorios
Al igual que la ropa, habrá muchos accesorios o juguetes que quieras darle a tu pequeño. No compres en exceso, ese dinero podría servirte para otras cosas más necesarias. Además, en el caso de los juguetes, los niños muchas veces se entretienen con lo que menos imaginas.
Escucha los consejos, pero no siempre los sigas todos
Es válido que escuches lo que tu mamá, tu amiga, tu vecina te digan. Sin embargo, no siempre tienen la mejor respuesta. Tampoco se trata de que les digas que están equivocadas. Sólo escucha y agradece la atención.
Pregunta todas las dudas que tengas al pediatra
Cada que vayas al médico, externa todas las dudas que tengas. No importa si son mínimas o crees que son tontas. Todo es válido y es mejor que lo sepas para que no te sorprendas ante cualquier cosa.